
Imposible permanecer tranquilo en el ejercicio de la paciencia. Este mes resulta propicio para el viejo oficio del periodismo que me distrae de mi camino a la particular Casa de los Maquis y el Rural Power. No hay día sin grandes noticias, titulares bala, opiniones cañón y hasta cortinas de humo “para distraer” de los asuntos de corrupción, del secesionismo catalán o las elecciones europeas que se nos avecinan.
Menos mal que me queda el recuerdo de la bella Dominique Sanda, aunque sea con esa cara de horror, ira y miedo que dirige a Marcello Clerici, interpretado Jean Louis Trintignant en la película “El conformista” que dirigió Bernardo Bertolucci en 1970. ¿Se acuerdan ? El Señor Clerici, profesor de filosofía es un fascista y está dispuesto a a casarse para aprovechar su luna de miel en París para pegarle dos tiros a un viejo profesor italiano que había sido maestro suyo en la Universidad.

Basándose en una novela de Alberto Moravia, Bertolucci dirigió una de las películas mas importantes del género denominado político. Luego declaró a los medios de comunicación que ” “Yo soy Marcello y hago películas fascistas y quiero matar a Godard, un revolucionario que hace películas revolucionarias y que fue mi maestro”. Desde entonces la “gauche divine” no le perdonó que abandonara las tesis comunistas y sobre todo, que se reconvirtiera en budista.
Y mientras tanto aquí, por mucho que miro a mi alrededor, nadie se hace budista, Todos seguimos con las orejeras propias entre las hojas en este suelo otoñal que al llenarse de octavillas impedirá la serena reflexión, camino como vamos de la insensatez supina y el “calentamiento local”. Menos mal que queda el acetato de la irrepetible Dominique Sanda.
Ommmm!!!
Tengo que ver esa película. Estoy seguro que la disfrutaré también.