
«El régimen de Stalin no sólo quiso dominar los cuerpos, sino también los espíritus, y para ello se sirvió de los intelectuales, los ingenieros del alma»
El régimen comunista de Stalin no sólo quiso dominar los cuerpos, sino también los espíritus, y para ello se sirvió de los intelectuales, los ingenieros del alma. El libro de Westerman analiza con brillantez aquella política.
Gorki no es únicamente el instrumento de la pretensión de Stalin, consistente en hacer de cada escritor, músico o pintor un ingeniero del alma, encargado de imponer por otros medios los valores y los objetivos de su concepto del comunismo, configurando el homo sovieticus. «Nuestros tanques son inútiles» -explica Stalin-, «cuando quienes los conducen son almas de barro. La producción de almas es más importante que la producción de tanques…»

No, a no ser que seas como Coco Chanel o Petronio
Vivan COCO CHANEL y PETRONIO, el Arbiter elegantoriom