La pintura de los días por Demetrio Reigada: Hoy con Joaquín Sorolla o el éxtasis de la luz y el color

¡BUENOS DÍAS!
A pesar de la ilustración con que hoy iniciamos la jornada, no vamos a hablar tanto de su autor, el inconfundible Joaquín Sorolla, como del estilo en que se enmarca su obra, el iluminismo.
El luminismo es un modo pictórico que dedica especial interés a la luz y sus efectos. Es la interpretación del impresionismo francés en España, a finales del siglo XIX y principios del XX, en un esfuerzo por reflejar la luz mediterránea y la intensidad de color de los paisajes españoles.
La principal diferencias entre estas dos corrientes radica en que mientras los seguidores de Monet desintegran la forma en la busca de los efectos fugaces de luz y color en el paisaje, el luminismo español no abandona el dibujo ni la regencia de la Línea.
Los artistas luministas aplican los pigmentos con largas pinceladas para plasmar la realidad mediante masas muy contrastadas de luces y sombras.
El principal representante de esta corriente es Joaquín Sorolla junto al que destacan otros artistas como Ignacio Pinazo.
Joaquín Sorolla y Bastida (Valencia, 27 de febrero de 1863 – Cercedilla, provincia de Madrid, 10 de agosto de 1923) fue un artista prolífico que dejó más de 2.200 obras catalogadas. Su obra madura ha sido etiquetada como impresionista, postimpresionista y luminista.
Sorolla nace cuando el movimiento impresionista en Francia estaba en pleno apogeo. Sus pinturas por tanto son tardías, pero en ellas reúne las principales características impresionistas como el gusto por el aire libre, la búsqueda de lo momentáneo, de lo fugaz, la captación de los efectos de la luz, la ausencia del negro y de los contornos y las pinceladas pequeñas y sueltas.
Respecto al «Paseo a la orilla del mar» que ilustra hoy estas líneas, cabe decir que es «muy simple de composición, su mujer y su hija María Clotilde paseando a la orilla del mar, pero con luces y elementos nuevos que nos introducen en una composición dinámica, dentro del relativo estatismo habitual en sus figuras. Las luces corresponden al ocaso, pero por primera vez Sorolla las dulcifica […]. Los velos, pamelas y sombrillas remarcan la idea del movimiento, que apoyan la actitud dinámica de las paseantes, representando ficticiamente la brisa del mar en el movimiento de las gasas.”
Demetrio Reigada (1950-2014)