La pintura de los días por Demetrio Reigada: Hoy el joven maestro Fernández Ortega, el más poético sucesor de los grandes


¡BUENOS DÍAS!
Hoy iniciamos el día con Ricardo Fernández Ortega, un artista contemporáneo cuyo trabajo abarca la belleza etérea y surrealista de la pintura clásica y al mismo tiempo incorpora elementos y técnicas contemporáneas.
Fernández Ortega, oriundo de Durango, México, parece canalizar el Barroco de tal forma que podría hacer que personajes como El Bosco o Velázquez se sintieran orgullosos. Riqueza en las formas, tonos oscuros, experta interpretación de la luz, movimiento, gestualidad y emoción. La capacidad de Ortega para plasmar los contornos con tanta pericia, es verdaderamente increíble y pone a prueba la forma en que nos planteamos el trabajo moderno.
Es difícil conocer mucho acerca de Ricardo Fernández, pero su obra refleja una apreciación de la historia, tanto en la técnica como en el contexto, al tiempo que denota el peso del arte que ha existido durante cientos de años.
La poesía nunca ha dejado de existir. Ahí están, para prueba de ello, las obras de este joven maestro. Son las auténticas voces del silencio que fue pretensión de Malraux y desvío de los surrealistas.
El arte del pensamiento nos lleva, sumerge, inunda, congela, vibra, inconforma, reconforta, hacia el océano de la duda. En verdad estamos en las visiones de este artista que dialoga con los espectadores en el silencio de la iglesia, de la cripta, ante el cadáver que es vida y una y mil muertes, es esperanza y es visión de la inexistencia de la realidad. Pero avasalla la poesía interior. Ahí está y se debe tener el valor de profanarla, de arrebatarla al lienzo y hacerla nuestra y de nadie más.
Ricardo Fernández es un pintor de suficiencia. Imposible negarlo. Su obra lo confirma. Debemos observarlo a futuro inmediato. Es el arte de los prodigios y es el arrebato nocturno, junto a la almohada. Es introducción hacia la luz y la verdad. Para que decir algo más….
Demetrio Reigada (1950-2014)