
«Su interesante origen se remonta a la palabra del latín quaestiō (pregunta), la cual comenzó a ser abreviada como qo, para indicar una pregunta»
El Diccionario Panhispánico de Dudas explica al respecto: «Los signos de interrogación (¿?) y de exclamación (¡!) sirven para representar en la escritura, respectivamente, la entonación interrogativa o exclamativa de un enunciado».
Tanto los signos de interrogación como los de exclamación parecen tener su origen en las expresiones apocopadas o abreviaturas de los sustantivos latinos «quaestio» (pregunta) e «interiectio» (interjección o exclamación).
Como vemos los signos de apertura están en horas bajas en el español pero son necesarios para indicar que debe variarse la entonación de la lectura, ya sea una frase interrogativa o exclamativa.
Para muchos que siguen modismos de otras lenguas y que abundan en la destrucción del español, incluso son desconocidos puesto que no aparecen de forma clara en el teclado del teléfono móvil, pero lo cierto es que, aunque en otras lenguas no sean necesarios en castellano o español su omisión se considera como falta de ortografía pues como se ha dicho cambian la entonación de la lectura; por consiguiente, es muy oportuno ir familiarizándonos con estos signos para no cometer falta ortográfica.
Su interesante origen se remonta a la palabra del latín «quaestiō» (pregunta), la cual comenzó a ser abreviada como «qo», para indicar una pregunta, proceso en el que la ‘O’ comenzó a colocarse como un subíndice bajo la ‘Q’ convirtiéndose con el tiempo en un punto.
Y así, de esa forma tan sencilla, su uso hizo que con los siglos esa abreviación dio origen al signo de cierre de interrogación (?).
Los signos de exclamación o signos de admiración (¡ !) tuvieron idéntico origen y se usan para indicar sorpresa, asombro, alegría, súplica, mandato, deseo, etc. Se escribe signo de admiración al principio y final de la frase para indicar el principio y final de una exclamación y entonar correctamente la frase.