
¡MUY BUENOS DÍAS!
Miércoles, siento una atracción irresistible por una obra que realizó este artista. Maravillosas todas, con el poder de dejarse uno llevar por el influjo de belleza que de ellas se desprende y embarga los sentimientos del espectador.
En 1953 Terry sufrió un accidente de motocicleta y perdió una de sus piernas. Falleció de alzheimer.
Sus cuadros se encuentran en el Centro de Arte Redlin. Su hijo Charles, quería preservar las pinturas al óleo originales de su padre. Le pidió que no vendiese más originales, para exhibirlos una vez se hubiese ido. La familia decidió construirlo en Watertown, dado que cuando era joven Terry recibió una beca para estudiantes discapacitados, así podían hacer un regalo a su comunidad. Un lugar impregnado de belleza interior y exteriormente. A día de hoy, 150 originales se encuentran en exhibición, representando cada año de la carrera de Redlin.
Terry Redlin. Dakota del Sur 1937-2016. Ilustrador, maquetador, pintor.
Terry Redlin “Los colores de la primavera” 1997. Centro de Arte Redlin Watertown.
“Los colores de la primavera”
Noche tranquila, noche serena, luz que ilumina,
Luz que me invade, al percibir tanta belleza
No se por donde empezar, así que lo haré
con los colores de la primavera.
Casa en el campo, no es muy grande, es sencillamente bella
La madera la sostiene, con chimenea de piedra
Porche con columnas, que troncos sujetan,
Si avanzas será por las escaleras, donde dos centros de flores
A cada lado, presiden la estancia de esta casa espléndida.
Observando a mi derecha, encuentro una escalera alta
Habrá un granero o será para cuidar esos árboles que veo
Y que han prendido en esa tierra, de los cuales en uno cuelga
Un columpio con su cuerda y una rueda.
Pequeño estanque, con su puente de piedra y madera,
Una fuente de esas antiguas, que nos dice mueve la manivela
Una luz, inmensa luz, alumbrando a un árbol,
Es el centro, el que adquiere más fuerza
Casa colgante de pájaros, fuente pequeña de piedra
Donde se posan tranquilos, no hay miedo, ni hay maleza
Las flores crecen ahí con auténtica delicadeza
Mientras los patos se encuentran en plena naturaleza.
A la izquierda hay un banco, donde poder reposar
Y también veo un buzón, donde las cartas se dejan
Quien estuviera allí, invadido de belleza
Y olvidando este sentir, que produjo una pandemia.
MMB