
“No se me ocurre de nadie a quien tan bien le cuadre calificativo tan contundente y oportuno como al maniquí Antonio Pedro El Mangante”
Antonio Pedro El Mangante,
en el vano intento de sacarse
algo de su propia mangancia de encima,
se refirió ayer -en ese plan que tanto estima
de altivo maniquí andante y parlante-
a esos MANGANTES del PP
de los que, dice, logró librarnos él,
en su bondad cuasi infinita.
Porque, en efecto, Sres. míos,
como deja bien claro el diccionario
y la rica habla que usamos a diario,
llamamos MANGANTE
al sinvergüenza, al despreciable
sin oficio ni beneficio alguno!
Y no se me ocurre de nadie
a quien tan bien le cuadre calificativo
tan contundente y oportuno.