
«Hoy voy a hablarles de otro asunto. Del poder omnímodo, del poder total y absoluto y de un terrible experimento que ocurrió en Pitesti»
Esta semana tuvimos conocimiento de las declaraciones que uno de los ilustres ministros del Gobierno del Reino de España había realizado en una entrevista a un periódico británico.
Ante el revuelo que se originó por estas declaraciones, el ilustre se aprestó a publicar lo que se supone que era la entrevista integra.
En el texto publicado se habla de macrogranjas, término que no está definido a día de hoy en la legislación española. También de ganadería industrial, termino erróneo a mi parecer, pues las explotaciones son extensivas, intensivas y semi intensivas con independencia del número de ejemplares que en ellas se críen o engorden. El engorde de la mayoría de los ejemplares de la ganadería extensiva se realiza en explotaciones intensivas. Si sólo se produjeran carnes en extensivo, más de la mitad de la población no tendría acceso a la carne tradicional, a la procedente de insectos sí.
Tal vez a eso se reduzca todo. En cualquier caso, ese señor manifiesta notorio desconocimiento y clara mala intención.
Lo que este individuo está haciendo desde que fue nombrado, es de mucha gravedad, pero no mayor o menor que la mayoría de los actos, declaraciones, aprobaciones y proyectos que vienen realizando tanto sus compañeros de Consejo de Ministros a tanto individual, como el propio Consejo como órgano colegiado que es o los partidos que lo sustentan.
En el sector agroalimentario español hay mucho en juego, negocios, empresas, puestos de trabajo, supervivencia de familias… Pero nada importa ante las teorías ambientalistas gubernamentales, y para muchos, además, no debe de ser muy malo que se ponga en riesgo todo eso cuando al menos la mitad de los profesionales agrarios se muestran dispuestos a votar a los partidos que conforman el Gobierno actual. Esto no me lo invento, lo constato a diario.
Pero hoy no voy a hablar de este asunto, que al fin y al cabo es una simple forma de llamar la atención de un individuo que de no ser por cosas como esta pasaría totalmente inadvertido. Voy a hablarles de otro asunto. Del poder omnímodo, del poder total y absoluto.
Rumanía tuvo su origen como reino y por consiguiente, estado, en el Principado de Valaquia. En esta región, en uno de sus distritos, en Argeș, en el valle del río del mismo nombre, a unos cien kilómetros de Bucarest, hay una ciudad de gran importancia comercial e industrial, Pitești. Su importancia comercial se inició en el siglo XIV al convertirse en centro de intercambios entre los Cárpatos y el Danubio.Allí se fabrican los vehículos Dacia, y alrededor de esa producción florecen empresas relacionadas con el sector de la automoción. Otros productos de interés son los relacionados con la madera así como el cultivo de tulipanes.

En Pitești se puede visitar una antigua cárcel hoy convertida en centro de recuerdo de unos hechos terribles que allí acontecieron, la Memorialul Închisoarea, Prisión Memorial de Pitești. Una cárcel construida en 1930 y cerrada en 1977.
Entre sus muros, en el período comprendido entre 1949 y 1952 se llevó a cabo uno de los actos más horrendos, crueles e inhumanos que la mente humana ha ideado, el conocido como Experimento Pitești. Los campos de concentración, trabajo y exterminio del Nacional Socialismo Alemán, y los crímenes en ellos cometidos, son ampliamente conocidos en el Mundo.El sistema Gulag soviético y los crímenes cometidos en la antigua URSS, como el genocidio ucraniano, el Holodomor (literalmente «matar de hambre»), son menos conocidos.
Las deportaciones chinas y los millones de muertes causadas bajo el eufemismo de la Revolución Cultural de Mao Zedong, menos aún.
El Experimento Pitești es desconocido por la mayoría de la población mundial.

«En Pitești se llevó a cabo un proyecto de reeducación basado en el castigo físico y violencia extrema»
Tuve conocimiento de este asunto gracias a una reseña que hizo don Mario Noya en un programa radiofónico, y me impactó tanto lo que escuché, que al poco tiempo adquirí el libro por él reseñado. Un pequeño libro escrito por Virgil Ierunca ,un disidente rumano que recogió lo expresado en otro libro escrito por un preso político también rumano, Dumitru Bacu, en testimonios de algunos supervivientes y en una pantomima de proceso judicial que las autoridades comunistas rumanas prepararon para condenar a unos cuantos chivos expiatorios y así lavar la imagen del Partido Comunista.
En Pitești se llevó a cabo un proyecto de «reeducación» basado en el castigo físico y violencia extrema. Reeducación a través del terror.
Para ejecutarlo se escogieron torturadores, verdaderos verdugos, entre presos políticos anticomunistas.
Las víctimas fueron otros presos políticos, elegidos entre estudiantes pertenecientes a un grupo político denominado Movimiento Legionario.
A los torturadores se les prometió una reducción de condena, la libertad, una vida. Pero incluso ellos mismos pasaron a ocupar el lugar de sus víctimas.
El asunto de la reeducación es punto común en todas las dictaduras socialistas y comunistas, el empleo de la violencia e incluso de la muerte, también, pero lo que allí se puso en marcha era fruto de una mente sádica en extremo. El programa establecía cuatro niveles o pasos. En el primero, el preso se declaraba culpable de cualquier delito, aunque fuera inventado.
En el segundo, el preso delataba a sus compañeros y a los guardias que se hubieran mostrado benevolentes. Renunciaba a sus valores.
En el tercero, el preso se declaraba culpable por sus creencias e ideas y acababa apostatando y renunciando a todo lo que no fuera el ideal que se le imponía. Abominaba de su familia y amistades llegando a la falsa acusación a sabiendas de que los condenaba a seguir su mismo destino.
En el cuarto, el preso se convertía en torturador de sus compañeros.
Presos y verdugos convivían en la misma celda. Palizas salvajes continuas. Se desfiguraban rostros y cuerpos. Se destruían órganos internos como pulmones e hígados. Pocos conseguían resistir, pero no sobrevivían.
A fin de evitar los suicidios, en las celdas no había ningún objeto, incluso se les desproveía de la ropa. Hubo presos que se mordían las venas para intentar desangrarse. En Pitești sólo hubo un suicidio con éxito. Un preso se tiró por el hueco de una escalera. Inmediatamente cerraron el hueco con malla para evitar otros intentos.
Otro preso metió la cabeza en una olla de sopa hirviente con la esperanza de morir, pero no lo consiguió, y la muerte le vino de mano de sus compañeros de forma terrible.

«La prisión estaba aislada y no se ponía cuidado en evitar los alaridos y gritos de dolor y horror»
En otras cárceles, porque el programa se extendió a otras prisiones, hubo más suicidios, y se cree que uno de ellos, el de un afamado cirujano, el doctor Simionescu, fue el inicio de la clausura del programa.
Comían con la boca directamente de una escudilla, sin usar manos ni cubiertos. Se les obligaba a defecar u orinar en la escudilla, se echaba encima la comida, y se les obligaba a comer el contenido. Si vomitaban, se les introducía el vómito a la fuerza en la boca. Y así un día tras otro.
La prisión estaba aislada y no se ponía cuidado en evitar los alaridos y gritos de dolor y horror. Es más, venían bien para ir aleccionando a los presos que todavía no habían entrado en el programa.
El ochenta por ciento de los encarcelados en aquella prisión eran presos políticos.
Este proyecto no se realizó únicamente en Rumanía, también se llevó a cabo en otros países comunistas, pero por lo que se conoce, con mucha menos violencia.
En la República Popular de China, se inició en el mismo período, cosa significativa, pero allí prefirieron utilizar una tortura psicológica más refinada y sin violencia física tan bestial. Los gritos se oyen, el silencio… No.
El procedimiento chino se pudo conocer inicialmente gracias al testimonio de un sacerdote, Ulrich Lebrun. Este hombre había estado preso en el campo nazi de Buchenwald, y afirmaba que era mucho peor lo que había sufrido en China, pues mientras los nazis permitían las relaciones sociales entre los presos, en este otro caso era algo imposible, la soledad era infinita.
Las técnicas chinas se difundieron a través del libro Suicidio Moral, de Dries Van Collie, donde se habla del «suicidio de la personalidad»: «Empiezas a ser como los otros. Llegarás a ser exactamente como ellos. Piensas como ellos. Es una lenta matanza de tu propia personalidad, un suicidio lento.»
Reeducación. Lavado de cerebro. Exterminio del alma.
Aniquilación de la humanidad que se contiene entre piel y huesos.
¿Qué lleva a un ser humano a cometer este tipo de crímenes y salvajadas? El ansia de poder. Nunca se ven hartos de poder, no les basta con poseer los bienes materiales e incluso la vida de las personas, también quieren poseer sus almas, tener el control absoluto de sus mentes, sus sentimientos, sus deseos, su voluntad. El poder omnímodo.
Resulta curioso que las autoridades occidentales, las del Mundo Libre, acallaran las noticias sobre este tipo de sucesos. Siempre se ha puesto mucho énfasis en difundir los crímenes del nacismo y ninguno o muy pobre, en los crímenes comunistas.
«El lavado de cerebro es una constante. Siempre se persigue el poder»
Con el paso del tiempo las técnicas de tortura psicológica se han ido modificando y mejorando. Ahora son muy refinadas y exquisitas, pero en el fondo buscan lo mismo, imponer un pensamiento y anular otro. El empleo del miedo, del terror, es una constante. El lavado de cerebro es una constante. Siempre se persigue el poder.
Esta semana me ha llamado poderosamente la atención algo que ha dicho Emmanuel Macron, Presidente de la República de Francia, y de ahí esto que les estoy contando.Monsieur Macron, en entrevista al diario Le Parisien, afirmó: «A los no vacunados, tengo muchas ganas de fastidiarles. Y eso continuaremos haciendo, hasta el final. Es esta la estrategia.» En relación a la posible aprobación por parte de la Asamblea Nacional de un pasaporte de vacunación.
Podía haber guardado silencio y esperar a que se aprobara la ley, pero tras dos años haciendo de su capa un sayo, le pudo la vena tiránica y se desfogó.
En España un ilustre ex ministro dijo este pasado otoño algo similar, y además en muchas autonomías se han impuesto restricciones.
Son muchos los políticos, periodistas y personas destacadas de la sociedad civil, que reclaman restricciones de movilidad y la obligatoriedad de la vacunación. Lo llamativo es que muchos de ellos manifiestan ser liberales y demócratas.
El caso francés me resulta especialmente curioso. Verán, en Francia, en 1789, se redactó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
La Constitución francesa de 1791 estableció la monarquía constitucional. Tuvo enorme influencia en la española de 1812.
La Constitución francesa de 1793 estableció los principios de la soberanía popular, los derechos del hombre, derecho a la educación, al trabajo, a la asistencia pública, al sufragio. E instauró la división de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. No llegó a entrar en vigor, pero sirvió de base para la siguiente, la de 1795.
La Constitución de 1795, estableció en su preámbulo la Declaración de los Derechos y Deberes del Hombre y del Ciudadano. Soberanía nacional, división de poderes, sufragio censitario… ¿Les suenan estos términos?
La Carta de Derechos de Inglaterra de 1689, la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica de 1787 y su Carta de Derechos, (las famosas Enmiendas) y las constituciones de Francia, fueron el germen de las democracias modernas. Muchos años después, y gracias a aquellos hombres que lograron plasmar en documentos expresos sus ideas e inquietudes por el bienestar de los seres humanos, en 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Pero claro, los tiempos cambian, las personas olvidan, los políticos aprovechan cualquier resquicio para obtener más poder e imponer sus delirios, y muchos seres humanos prefieren vivir en esclavitud en lugar de en libertad.
Cuando quien ha jurado cumplir y hacer cumplir la Ley Suprema que rige a los ciudadanos de una nación, la incumple en nombre del bienestar social, porque siempre dicen hacerlo por el bien común, vulnera los principios y valores legítimos que esa sociedad se ha dado.
Quién te vio, Francia, y quien te ve ahora, dominada por la imposición del miedo y el absolutismo que combatiste en otros tiempos.
De España y los españoles ya no espero nada, la ceguera es tan grande que no creo que pueda revertirse.

«Los políticos aprovechan cualquier resquicio para obtener más poder e imponer sus delirios, y muchos seres humanos prefieren vivir en esclavitud en lugar de en libertad»
Declaración Universal de los Derechos Humanos. Muchos aluden a ella pero en realidad pocos la conocen íntegramente.
Son treinta derechos que enumero a continuación.
– Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos.– Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
– Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.
– Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas.
– Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
-Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica.
-Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley.
-Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.
-Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley.
-Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.
-Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal.
-1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.
-2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito.
– Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.
– 1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
– 2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.
– En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país.
– 1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
– 2. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de nacionalidad.
– 1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.
– 2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el matrimonio.
– 3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.
– 1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.
– 2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.
– Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.
– Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
– 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas.
– 2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.
– 1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos.
– 2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país.
– 3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.
– Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.
– 1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
– 2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
– 3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
– 4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.
– Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.
– 1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
– 2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.
– 1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
– 2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
– 3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.
– 1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten.
– 2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.
– Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.
– 1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad.
– 2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática.
– 3. Estos derechos y libertades no podrán, en ningún caso, ser ejercidos en oposición a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.
– Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.
Pero vamos, papel mojado.