El gran Yoyó, siempre por encima del populacho. Por Rodolfo Arévalo

El gran Yoyó, siempre ha de estar por encima del populacho.

«No sé el resto de los habitantes de España, pero yo estoy bastante aburrido de que esto se este convirtiendo en redil del gran Yoyó»

La verdad sea dicha, cada día me importan menos que una M bien grande, lo que diga, quiera, haga, imponga o berree este gobierno, dirigido por el Gran Yoyó, tambaleante en su paso chulesco, el que usa o posee de origen. Hace de todo menos llevar al país por un rumbo de alegría, paz y prosperidad.

 

Será famoso el sector de la población de España que no haya vociferado contra un ser tan inmerecedor del puesto que ocupa, ¡por méritos propios! O eso dirá. No tendrá, este individuo, la desfachatez, imagino, de desear un Feliz año nuevo al país, porque nuevo, desde luego lo va a ser, pero feliz lo dudo mucho. Claro que si para los psicópatas la felicidad consiste en contribuir a las colas del hambre, perder los trabajos, cerrar empresas, aburrir mortalmente a los periodistas y gentiles con estupideces varias sobre lo guapo, elegante y bueno que es uno y sobre todo lo bien que uno gobierna, aquí, en Europa cuando toque presidencia y por supuesto de añadidura en Sebastopol, estamos apañados, porque el gran Yoyó, siempre ha de estar por encima del populacho inculto y bobo que él ve, predice o detecta, vamos como hace el perro del anuncio de comida de perros, o desea ver en el pueblo español.

 

Lo que hace es llevar a la mayoría de las personas que habitamos aquí, a la tristeza, el enfado, la cólera y eso sin contar a los que ha mandado directamente al desempleo y la pobreza… Nada, él tan contento, ya lo dice el refrán español más psicópata, “ande yo caliente y ríase la gente”.

 

Lo que sí deseo es que, en cuanto acabe el año, los españoles pongan el punto final a la pesadilla en las elecciones del año próximo, este energúmeno pagado de sí mismo y gran yoyó se vaya a las américas y no vuelva más. Yo lo haría por pena de destierro, tras haber pasado unos añitos por la cárcel, por desgracia no será así, lo hará por la gracia del pueblo español que lo votó. Ya lo dijo Alfonso Guerra y entonces no se cumplió, “a España no la va a reconocer ni la madre que la parió”, pero a día de hoy se ha cumplido. España no es ni la mitad de unitaria, grande y libre de lo que un día, en los primeros años de democracia, fue.

 

España se va pareciendo cada día más a la que yo conocí en los últimos años del Franquismo, una especie de país en el que gobierna un señor que hace de su capa un sayo, pero sin apretar mucho los cuellos para que la gente no pueda gritar, pero si pueda disentir por lo bajini. La táctica del aprieta mientras aguante y luego suelta para que recobren la confianza.

 

El remate de la gran metedura de pata contínua la tuvo el día en que se le cruzaron los cables y deseó convertirse en justiciero y desfacedor de entuertos que diría Don Quijote y para ello usó un cadáver, de dictadorcillo que murió en su cama tranquilamente hace mas de cuarenta años. Un gobernante al que se le podían echar muchas faltas encima, pero que hizo cosas que nadie podrá nunca poner en entredicho, como la Seguridad Social, las viviendas de protección oficial, y los pantanos que, este nuevo gobernante extraño, por dedete, se dedica a derribar sin ton ni son.

 

No sé el resto de los habitantes de España, pero yo estoy bastante aburrido de que esto se este convirtiendo en redil del gran Yoyó y como para Yoyó estoy yo, me voy a permitir la arrogancia de pedir a todos los que estén hasta los pelos, que pongan a este individuo donde merece estar, en las próximas elecciones, el lugar ideal para gentes que se creen por encima de los demás, los estados dictatoriales de Hispanoamérica. De ser posible haciendo compañía a otro ex presidente también rarito, con el deseo de que no se aburran mortalmente, como nos han aburrido al resto de españoles. A ver si de esta manera tenemos un Feliz y Prospero año nuevo 2023. Cosa que en la actualidad resulta imposible, porque la verdad sea dicha, cada día me importan menos que una M bien grande, lo que diga, quiera, haga, imponga o berree este gobierno, dirigido por el Gran Yoyó, tambaleante en su paso chulesco, el que usa o posee de origen. Hace de todo menos llevar al país por un rumbo de alegría, paz y prosperidad.

Rodolfo Arévalo

Nací en Marsella ( Francia ) en 1954. Viví en diversos países debido a los destinos que tuvo mi padre ( diplomático ). Estudié en colegios franceses hasta la edad de 12 años. Estudié bachillerato y COU en el colegio Nuestra Señora del Pilar de Madrid. Estudié música en el Real conservatorio de música de Madrid, formé parte y pertenecí a varios grupos musicales entre ellos “ Los Lobos “. Creé varios grupos musicales de Pop Rock. Toco el bajo y compongo canciones, música y letra. Estudié Fotografía general y publicitaria, diplomatura (dos años) de cinematografía e Imagen y sonido equivalente a Técnico Superior de Imagen y Sonido. Soy socio Numerario de la SGAE desde el 1978. Pertenezco a la Academia de Televisión. Soy un gran lector de libros de ensayo, divulgación y de vez en cuando novela. En el año 1985 Ingresé por concurso oposición a TVE. Fui ayudante de realización y realizador. En el año 2009 me pre jubilaron muy a mi pesar. En la actualidad estudio programas de tratamiento de imagen. He escrito varios guiones de cortometraje y realizado el que se llamó “ Incomunicado “, tengo otros en proyecto. Soy muy crítico conmigo mismo y con lo que me rodea. Soy autor de las novelas “El Bosque de Euxido” y "Esclavo Siglo XXI publicadas en Ediciones Atlantis. También me gusta escribir prosa poética. Me he propuesto seguir escribiendo novela.

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