Un continuo decir adiós. Por Antonio Ramírez

Un continuo decir adiós

«Viktor Frankl, un superviviente y al mismo tiempo sobresaliente hombre de ciencia, nos ha legado textos con la máxima vigencia»

Breve, pero intenso y extraordinario texto de Viktor Frankl, uno de los referentes de la psicología del siglo XX. Esta obra inédita y en la línea de su magistral legado, profundiza en la voluntad humana; en su capacidad para afrontar el dolor, ayudar a nuestros semejantes, el recorrido por la vida y el envejecimiento progresivo y, más que nada, como encajar y plantar cara a nuestro inevitable final: la muerte.

 

«Asumir lo efímero de la existencia«, título de este ensayo, viene a destacar que «la muerte es solo un punto final del continuo decir adiós» y que debe ser tomada como un horizonte al que ver para hacer crecer nuestras posibilidades de ser.

 

La magnitud de la tragedia, la crueldad y el horror de la Segunda Guerra Mundial vivida por Fankl y que junto a su familia fue deportado e internado en campos de concentración nazis, le propició la terrible, pero valiosa experiencia para profundizar en el alma humana y su actitud ante las circunstancias más difíciles.

 

Estudioso de esa libertad que nunca puede ser violentada por afrenta alguna, la de decidir nuestra actitud frente a ella, fue autor, entre otras obras del texto de referencia universal como su magistral «El hombre en busca de sentido«. Un ser superviviente y al mismo tiempo sobresaliente hombre de ciencia, le hizo legar textos que llegan a nuestra días con la máxima vigencia. Excepcional.

Antonio Ramirez Velez

Indígena melillense con varias decenas de años a mis espaldas. Periodista de profesión y dedicación institucional desde hace muchos años en lla Ciudad Autónoma de Melilla, anterior Ayuntamiento, con una paso también en la Administración del Estado, Delegación del Gobierno. Responsable en diversas legislaturas de gabinetes de prensa y relaciones institucionales, comencé a entender, hace tiempo ya, que el poder es un mar de ambiciones y conjuras permanentes y por ello la verdad, cuando sobrevive, vale su precio en oro. Mi paso por medios de comunicación, tanto públicos, como privados, me enseñó de la gran asignatura pendiente que tienen, aún, generaciones de periodistas sobre la consideración de su profesión y la dignificación de la misma.

Lector aplicado, que intento ser, concibo a los libros como uno de los últimos reductos de la libertad de pensamiento, generadores de opinión y salvaguarda, por ello, de la voluntad. Lo único que no nos puede ser arrebatado (Víktor Frankl).

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