
«La Boheme solía interpretarla con un pañuelo blanco en la mano. Hay quienes dicen que el pañuelo significaba la juventud perdida de la que habla la canción»
Ayer Charles Aznavour hubiese cumplido 99 años, la noticia de su muerte en 2018 hizo que los informativos franceses se olvidaran de la política. Había fallecido un grande de la música popular. Su carrera pasó por el cine, la poesía y, cómo no, por la música. Sus composiciones y versiones habían sido la banda sonora de varias generaciones. No solo estaba a la altura de los más grandes de la canción francesa, sino que fue parte del movimiento que la forjó, nunca olvidó el jazz como referencia, dominando todos los tiempos de una canción y dominando la escena como nadie.
Charles Aznavour ante todo, era un intérprete en el sentido más amplio de la palabra. Escribió más de 800 canciones que han interpretado cantantes como Fred Astaire, Shirley Bassey, Ray Charles, Elvis Costello, Juliette Gréco, Liza Minnelli, Edith Piaf o Nina Simone, entre otros, y ha vendido más de 100 millones de discos.
La “Boheme” la compuso junto a Jacques Plante, solía interpretarla con un pañuelo blanco en la mano. Hay quienes dicen que el pañuelo significaba la juventud perdida de la que habla la canción. Otros que la usa a modo de paleta de pintor y le servía para acompañar con gestos su interpretación del artista bohemio. Jean Cocteau dijo de él: «Antes de Charles Aznavour, no estaba bien vista la desesperación«.