
«El mal en que Bolaños se prodiga es de muy corto alcance y divierte al personal mucho más de lo que logra dañarlo»
(1)
Asevera el eximio Bolaños, adusto y grave,
que el proyecto político de Feijóo es harto destructivo.
Somos muchos quienes a Dios rogamos
para que dicho proyecto lo menos posible tarde:
El Mal, en efecto, debemos, entre todos, destruirlo
(2)
Tampoco digo yo que haya que destruir al propio Bolaños:
el mal en que él se prodiga es de muy corto alcance
y divierte al personal mucho más de lo que logra dañarlo:
como su doble, Buster Keaton, habría querido contratarle;
además de por su cara dura, ¡por su puta cara de palo!
(3)
Cuando ríe es mucho peor, claro.
«Feijóo pretende que nuestro país en sus avances retroceda.»
¡Ahí la frasecita queda!
Es lo que afirmó, sí, ese cangrejo de río tristón
que en nuestra trémula democracia él representa.
Y añadió que un debate semanal a dos sigue siendo su propuesta.
(4)
El PP, naturalmente, le mandó a hacer puñetas.
¡Pobre, paliducho e infeliz ‘crustáceo’:
rebosa mediocridad hasta para ser malo!
Nadie sabe, a decir verdad, por qué Sánchez lo eligiera;
a no ser que trabaje de lujo… la entrepierna!
¡Qué pena de hombre, por Dios, qué pena!