¡MUY BUENOS DÍAS!
Hoy sábado, La Paseata os presenta una obra de pintura cargada de historia.
Una historia que podría repetirse aunque nos llevemos las manos a la cabeza, pero precisamente es esta parte del cuerpo la que tiene que estar centrada, sin dar importancia a las gilipolleces y dando prioridad a nuestro presente y futuro inmediato. He de deciros que al expresarme al contemplar esta pintura, veo y hablo de dos temas. Uno de ellos refiriéndome a la cantidad de inmigrantes ilegales que están introduciéndose en nuestras fronteras, el otro es acerca de la manera en que la ambición, el poder, el no querer perder un estatus, hace que a unos cuantos que actualmente están arriba, les lleven a límites insospechados.
En relación a la pintura os pongo en antecedentes a grandes rasgos: Isla de Quios (1822). Se produjo una matanza por parte de las tropas otomanos contra la población griega. Los niños y mujeres que sobrevivieron, fueron esclavizados. Durante la Guerra de La Independencia Griega, las clases dominantes, fueron reacias a unirse a la revuelta griega, por miedo a perder la seguridad, libertad y prosperidad.
Eugène Delacroix. Nacido en Charenton-Saint-Maurice, Isla de Francia-1798. Fallecido: 1863 (65 años) en París (Francia). Pintor. Romanticismo.

«La masacre de Quios»
¡Por qué rompiste las reglas!
¡Por qué dañaste mi casa!
¡Por qué pisaste mi tierra!
¡Por qué ruina y miseria!
Si no te pedí yo nada, la calma aquí no dejas.
Arramblaste con el fuego, con la ira de tu daga
y dejaste arder la llama de un perdedor sin palabra
donde apropiarse de todo, sin importancia a la nada
nada queda en esa historia, salvo el recuerdo y no escampa.
Lágrimas caen al vacío
sangre del que ha partido.
Abrazos pidiendo un ruego
esclavos de un mal nacido.
Todo es desvarío, coger lo prohibido, querer poderío
sin pensar en consecuencias, quedándose la evidencia
y mirar hacia otro lado, el mal ya se ha consumado,
el espacio acorralado a un miedo inmensurable, es tan frío.
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Desde vuestra revista digital La Paseata os deseamos que tengáis un maravilloso sábado. Antes de marcharme os diré: Frío es el corazón de la persona que está corrompida. Siento vergüenza al contemplar mi país. Observar quien lo preside y ver que se puede consentir. Si nuestro rey no dice nada, espero de él la última palabra… ¿A quién acudir?
MMB