Un día como hoy de 1774 sube al trono en Francia Luis XVI. Tenìa 20 años. Por Silvia Gutiérrez Oria

Luis XVI y Maria Antonieta
Luis XVI y Maria Antonieta

«Un día como hoy de 1774 sube al trono en Francia Luis XVI. Tenía 20 años. Nació en Versalles el 23 de agosto de 1754 y era nieto de Luis XV»

Un día como hoy de 1774 sube al trono en Francia Luis XVI. Tenía 20 años. Nació en Versalles el 23 de agosto de 1754 y era nieto de Luis XV. El rey ya está casado con Maria Antonieta, hija menor de la archiduquesa María Teresa de Austria y el país se encuentra empobrecido y endeudado. Los elevados impuestos habían extendido la miseria entre el pueblo francés.

Inmediatamente después de su coronación, Luis XVI redujo algunas de las contribuciones más gravosas y modificó el sistema financiero y judicial, gracias a la ayuda de algunos políticos de la época con los que contó. Se comentaba que estaba influenciado por su mujer y la nobleza, algo que no parece estar del todo demostrado.

Fue derrocado durante la Revolución Francesa en 1789 y más tarde fue decapitado por decisión de las autoridades del régimen revolucionario en 1792.

Conocemos más al rey por su matrimonio con Maria Antonieta, o por la declaración de la Revolución Francesa durante su reinado, que por él mismo. Normalmente las biografías son un cúmulo de datos y fechas de un personaje, de su entorno, familia y acciones, donde la personalidad del protagonista, sus sentimientos y emociones no tienen cabida. Esa es la clase de biografía que me gustaría leer.

«Nuestro rey Luis XVI, sufrió desde niño una vida difícil en la que la obligación se imponía ante cualquier vocación o aspiración personal»

Por eso a veces fabulo con la posibilidad imaginaria de rescatar al personaje de la época que le tocó vivir y liberarle en otra que encaje más con su personalidad… Así, nuestro rey Luis XVI, sufrió desde niño una vida difícil en la que la obligación se imponía ante cualquier vocación o aspiración personal. El deber era ineludible hasta para una persona profundamente espiritual,  que debió guillotinar su ser interior y sus emociones desde su más tierna infancia, lo que imagino muy desgraciado para él.

Decían de él que era tímido y reservado, lo que, para su época y siendo el futuro rey de Francia, era considerado como una debilidad de carácter para alguien que iba a ostentar el poder del país. Un entorno hostil para quienes se mostraban diferentes al rol de la sociedad y su rango.

Hasta pasados siete años de su matrimonio, en que fue operado de fimosis, no tuvo relaciones sexuales con Maria Antonieta, ni se le conocieron amantes. Había desarrollado animadversión a las enfermedades y a los médicos. Le tenía pavor al número 21 desde que su astrólogo le recomendara evitar en esa fecha hacer cualquier cosa, dato curioso y premonitorio, porque la monarquía fue abolida un 21 de septiembre, y él mismo acabó en la guillotina un 21 de enero de 1793.

«En nuestros tiempos llegaríamos a la conclusión Luis XVI que padecía de ansiedad y de una clara frustración»

Se comentaba que tenía un apetito voraz y una inclinación a beber demasiado mientras comía. En nuestros tiempos llegaríamos a la conclusión que padecía de ansiedad y de una clara frustración.

Podría decirse que fue un hombre leal a sus obligaciones, fiel a su esposa, y bueno cuando se le trataba en la cercanía. Muestra de ello es que sus sirvientes se quitaron la vida, después de su muerte .

Una historia corta, intensa y trágica la del rey Luis XVI de Francia, en el que imagino a un hombre marcado desde la niñez por la hostilidad y la intriga de la época en que nació. Un hombre acotado emocionalmente y triste que tuvo que enfrentarse a una vida que no eligió y de la que no pudo evadirse.

Luis XVI sufrió la peor de las cualidades para la sociedad francesa del siglo XVIII: la sensibilidad. Al Stewart – El palacio De Versalles

Hay parte de esta historia que es fruto de mi imaginación, y no he podido contrastarlo, aunque me hubiera gustado para darlo por cierto..,Me gusta ver lo esencial y bueno de toda historia, y ya sabéis : «Lo esencial es invisible a los ojos». Lástima que a pesar del eco.., los muros de Versalles no hablen.

Silvia Gutiérrez Oria

Profesionalmente.., arquitecto de interiores, de pasión creativa , licenciada en sentimientos y emociones. Observadora compulsiva del ser humano, sarcástica de vez en cuando, tímida pero resuelta, y muy intensa.
Disidente de la igualdad, ni con el hombre ni con nadie, somos únicos e irrepetibles. Reivindico mi lado más femenino, el más sensual y creo en el derecho a ser frágil, pasional y romántica con la osadía de un gladiador
Mi vocación principal es ser mujer, una mujer en búsqueda activa de sí misma y de los valores que de verdad importan. "Soy la mujer que piensa..Algún día mis ojos encenderán luciérnagas" (Gioconda Belli)

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