Venancio padre y tres golondrinas más sin verano, su hijo, el Espíritu Santo del abuelo y la madre que lo parió, cuatro almas errabundas.
Venancio y tres golondrinas más que fueron privadas de su verano… Por José Antonio Marín Ayala

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Venancio padre y tres golondrinas más sin verano, su hijo, el Espíritu Santo del abuelo y la madre que lo parió, cuatro almas errabundas.
¡Ah, y bien que lo sabía Pericales!, que había sacado pingües beneficios de la moción de censura con un texto de poca monta…
En una mísera pandemia y una terrible cuarentena en la que el autor nos muestra la historia de varios personajes, ajenos entre sí.
Esa mañana el zorí había descubierto con horror en la red de redes que esa terrible plaga bíblica… ¡se repetía cada cien años!
José Antonio Marín Ayala dará vida semanalmente a una serie de relatos que no os dejarán indiferentes. Hoy comenzamos con el titulado Mario.
Una singular anécdota navideña es un relato veraz con un protagonista “Terry”, jefe de bomberos y su charla en una gasolinera.
Debo llegar con el zurrón de la Pampa que llevo al cuello a un pueblo lejano para pagar a todos y cada uno de sus vecinos
Conozco a Pablo Blanco en el Puerto de Altea. Construye unos mamparos móviles de su invención que el Club Náutico le ha encargado. Trabaja al sol rodeado de veleros y motoras en dique seco. A Pablo le apasionan los barcos y por los grandes conceptos se mueve como el Alfil sobre el damero: ágil, rápido y con precisión. Para este hombre que nació en el barrio de Carabanchel de Madrid no existen las conversaciones inocuas e intrascendentes. En cada frase y comentario, que ilustra con algún chiste, sabe profundizar en la filosofía, las grandes citas y los estados de ánimo del ser humano
Hoy puede ser que llegue algo de Sol al mundo en penumbra que a veces soy. Hoy he conseguido romper el maleficio no sé por cuanto tiempo
Durante sus últimos días de vida, Josefito conservó el cencerro de su mascota de ojos grandes, y lo transformó en amuleto, abalorio de la suerte
Al cabo de un rato me desvié de la carretera y perdí de vista aquel coche que se enfilaba a un futuro que yo ya conocía…por ser mi pasado
La belleza te volverá loco, te hará pedazos… Destruye la vida de la gente y si puedes escoger: no es amor
Coincido al cruzar la calle del Prado con los liberados sindicales de CCOO que alegres soportan su pancarta camino a la primera gran manifestación sindical en contra del gobierno del PP
Recuerdo junto a la puerta de la casa en que vivió en Salamanca algunas reseñas históricas de sus dos últimos meses de vida. Tan actuales hoy en día, tan repetidas, que parecen polémicas y titulares de hoy. La libertad de cátedra, las autonomías, el secesionismo, el odio y la guerra como simples metáforas y no conceptos de los españoles empeñados en la recreación del mito de Sísifo y por tanto condenados eternamente a cargar con la piedra que hoy promociona la ANC catalana.