
Hace ya unos cuantos años, un lejano 10 de agosto del caluroso verano de 1990, huyendo del rigor estival asistí en el Real Cinema, en la plaza de la Ópera, al estreno en España de «Total Recall», el éxito del héroe y vengador del espacio Schwarzenegger.
«En España se proyectó bajo el título de Desafío Total y en Hispanoamérica con el de «El Vengador del Futuro», adaptación cinematográfica del relato «Podemos recordarlo por usted al por mayor»
En España se proyectó bajo el título de «Desafío Total» y en Hispanoamérica con el de «El Vengador del Futuro», adaptación cinematográfica del relato «Podemos recordarlo por usted al por mayor «, obra que nos traslada sobre una trama espacial a una crítica socarrona de las frustraciones y el ansia de escapismo de la clase media y de una autoridad dictatorial sobre una población esclavizada y mutante.

«Aquel verano de hace veintiséis años aprendimos que los recuerdos nunca son de fiar»
Aquel verano de hace veintiséis años aprendimos que los recuerdos nunca son de fiar, sobre todo si andan por medio corrupciones económicas y judiciales, paraísos fiscales y alta traición.
Cuando en un momento de la proyección apareció el inesperado héroe de la resistencia un mutante parásito llamado Kuato no pude menos que partirme de risa cuando alguien en el patio de butacas exclamó: «¡coño Jordi! ¿qué haces ahí?», perdiéndose la severidad y gravedad de la escena.

«Un país ya en el futuro donde no esperamos un vengador justiciero sino simplemente que se cumplan las leyes, se aplique el Código Penal y las sentencias judiciales»
Recordando aquel momento reconozco que la realidad en esta esquina del planeta Tierra es mucho más creativa que la ciencia ficción más retorcida con tres tetas en un ambiente interplanetario.
Un país que lleva sobreviviendo durante más de 30 días a un golpe de estado y el presidente del gobierno se cartea amenazando con el cumplimiento de la Constitución al golpista catalán y nos anuncia barbaridades democráticas todas las mañanas.
Un lugar donde viven del presupuesto los que quieren romper España, donde se roba y se insulta al Rey y a los símbolos nacionales sin que pase nada.
Un país donde los ladrones viven impunemente acusando a la nación española de que les oprime y les roba.
Un país donde los políticos nombran a los jueces que tienen que juzgar a los políticos, que además, en un alarde de hipocresía, nunca creen que la cosa va con ellos. Incluso donde los Tribunales de Justicia autonómicos, sentencian que criminales terroristas tienen derecho al paro.
Un país ya en el futuro donde no esperamos un vengador justiciero sino simplemente que se cumplan las leyes, se aplique el Código Penal y las sentencias judiciales. En cambio lejos de ello se amenaza impunemente con seguir incumpliendo las leyes sin que nada ni nadie se altere.
No me digan que esto no es más increíble que la escena de Kuato o la prostituta de tres tetas.