
Cuándo menos resulta curioso que los independentistas catalanes contabilicen en cerca de diez mil millones el agravio español para con su país fantasma, pero imagino que para el fotógrafo Daniel Ochoa y para el torero Juan José Padilla, el sentimiento esta mañana será el de la indignación propia de los artistas censurados.
¿Y si se los damos dejarán de inventar mentiras históricas? ¿ Dejarán de administrar Barcelona con censuras y comportamientos paletos e histriónicos? Quizás merezca la pena porque me temo que, dispuestos a todo por su delirio, le van a robar hasta la cartera al dontancredo de Rajoy, que en definitiva es la cartera de todos nosotros.
Así hoy, que en las efemérides internacionales está dedicado al pan, propongo la creación de una hucha para esos pobrecitos subvencionados y derrochadores de falsa bandera caribeña. Quizás así dejan de llorar e inventar cuentos de la lechera.