La pizarra del Menú del día de tu amiga Marian Salgado luce hoy una dedicatoria mi muy estimado Demetrio a tu anhelo de vida ayer truncado. Una vida de ofrecimientos, de letras y de cuadros. De infinitas referencias en la prosa de las noticias, con las ideas del pensamiento, la belleza de tus cuadros y ese trato corto, humilde y cariñoso que ejercías en la plaza de Avilés en cada saludo, en todos tus encuentros.
Nos quedan Demetrio tus palabras, tus hechos, tu legado. El imborrable recuerdo de una carita de niño que nos pedía silencio para, así, oír la propia vida: Esas sutilezas, en esencia, que cotidianamente se nos escapan, por la exagerada presencia del ruido. Gracias.
Mis concolencias y oraciones a la familia y amigos del difunto.
Nos regalaste tu amistad en vida, queda imborrable tu arte y tus palabras en nuestro recuerdo, Descansa en paz, querido Demetrio…
Lo siento muchísimo. Me había acostumbrado a sus entregas. Lástima que le descubriera hace sólo un mes y pico. ¿Cuanto tiempo llevaba prestando ese abnegado servicio?
Gracias. Un año aproximadamente.
Mis más sentidas condolencias.
Aunque se que irreverente para con él, no puedo evitar sentir una tristeza enorme.
Ahora es lo único que soy capaz de sentir.