
«El ecuador de la campaña en Andalucía nos indica que este periodo de exposición de los programas de los partidos está resultando de un perfil muy bajo informativamente hablando»
Cuando apenas falta una semana para que se celebren las elecciones en Andalucía, el ecuador de la campaña, nos indica que este periodo de exposición de los programas de los partidos y de los debates a celebrar entre las fuerzas políticas, están resultando de un perfil muy bajo informativamente hablando, teniendo en cuenta que la presencia de líderes nacionales de las distintas formaciones y que los temas que se vienen generando desde Madrid, hacen una evidente sombra al protagonismo de la política andaluza, hasta el punto de que ni tan siquiera el caso del juicio de los ERE, tiene protagonismo ni en las rotativas nacionales ni en los informativos de televisión.
Este perfil bajo de la campaña electoral andaluza beneficia al partido en el poder, quien desde un primer momento, ha intentado que la realidad de la situación de Andalucía quede difuminada, dando a entender que cualquier otra posibilidad a su permanencia en el poder, es negativa para la región y que minimiza hasta el paroxismo la situación de corrupción que representa el juicio de los ERE, por el que dos ex presidentes de la Junta, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, que está a punto de entrar en el “visto para sentencia”, no beneficia en absoluto a la consecución de alternancia en el gobierno de una comunidad autonómica en la que el mismo partido, el PSOE, está gobernando 36 años ininterrumpidos.
Desde esta perspectiva, los partidos que afirman querer liderar el cambio en Andalucía, se miran de reojo unos a otros, mientras que se lanzan reproches de manera constante dándose codazos para demostrar a la ciudadanía que bien uno y otro, son los que lideraran esta necesidad imperante e imprescindible como es el cambio de gobierno o la alternancia en el poder. No desaprovechan la oportunidad, para acusarse unos a otros si han colaborado a la gobernabilidad hasta la fecha, si en cuarenta años, el otro partido no ha hecho nada por gobernar o en su caso, si el uno, no le da lecciones al otro de capacidad de gobierno o de ganas de mejorar Andalucía.

«La ciudadanía andaluza, se muestra cansada y con cierta desesperanza en el ambiente, ante la posibilidad de que el partido que encabeza Susana Díaz, vuelva a ganar las elecciones y mantenerse en el poder otros cuatro años»
Mientras esto sucede, la ciudadanía andaluza, se muestra cansada y preocupada por lo que contempla en la región que ocupa el último lugar en las innumerables estadísticas de medición tanto españolas y europeas, con deseos de cambio, pero con cierta desesperanza en el ambiente, ante la posibilidad de que el partido que encabeza Susana Díaz, vuelva a ganar las elecciones y mantenerse en el poder otros cuatro años, aunque es evidente, que se avergüenzan del desastroso balance que ofrece un partido que gobierna desde hace cuarenta años y una candidata, que en la legislatura que ha acabado, ha estado más pendiente de sus ambiciones personales para saltar a la política nacional, que en poner todos sus esfuerzos en la mejora de la situación de Andalucía.
Por otra parte, y como si fueran cantos de sirena provenientes de otros lugares de España, se pone demasiada atención en fuerzas que, siendo extraparlamentarias, hasta la fecha, no han representado ninguna influencia en Andalucía, partiendo de la base de su falta de estructura política en toda la comunidad, junto con el hecho de que, en su programa general, son contrarios al sistema de gobierno autonómico y su escasez de apoyos electorales obtenidos en las urnas hasta el momento. Lo cierto, es que la posición y el resultado de estas opciones, son un obstáculo más para eso que desde la higiene democrática, su regeneración política y su despegue económico, necesita Andalucía.
¿En esta semana que queda para que los andaluces acudan a las urnas, será posible que las formaciones políticas que proponen un cambio de gobierno al ciudadano, se tomen en serio esta necesidad?
Andalucía es una gran región que debe ver en sus dirigentes la fortaleza de ofrecer una ilusión de futuro con nuevas formas, nuevos estilos y sobre todo, con una capacidad de gobierno que haga salir del laberinto en el que se encuentra, a una región que está taponada en su desarrollo, enclaustrada en su capacidad de mejora social y atornillada en su prosperidad, a causa de los intereses de quienes durante casi cuatro generaciones, han usado el gobierno para crear una sociedad dependiente, poco protestona por lo que le hacen sus dirigentes y resignada a no mejorar en su futuro, por la falta de confianza que les genera la política y los políticos, alguno de ellos permaneciendo décadas en sus cargos y otros, no dándose cuenta de que su impulso hacia la sociedad, no es suficiente ni el adecuado para lo que ella les demanda.
Ojalá en estos ocho días que quedan para que se produzca esa chispa de esperanza, de la confianza y la ilusión que precisan los andaluces para que por fin veamos la alternancia, y que, en esencia, Andalucía se conciencie de que es necesario no desperdiciar votos, acudir en masa a las urnas y hacer que ese deseo de tantos, esa necesidad de muchos y esa esperanza de todos como es el cambio y la finalización de un régimen nefasto, se haga realidad el próximo domingo, llenando de luz y prosperidad la realidad de la región con más futuro de mejora en España.
Está todo en el aire ,quién se llevara el gato al agua ? La oposición tiene que trabajar con más garra Y el PP moverse con más brío . Ok
La responsabilidad de los resultados serán unica y exclusivamente de los partidos opositores que siguen mirándose el ombligo, poniéndose verdes e incapaces de llegar a un acuerdo para terminar con esta lacra tanto en Andalucia como a nivel nacional.