Puede darse el lujo de ir a comer a un restaurante de postín en el Barrio de Salamanca

«Ha sido un día muy duro. Protesta en Vallecas contra el confinamiento . Protesta ante la Asamblea contra Ayuso. Un no parar. Menos mal que tiene un pastón y puede darse el lujo de ir a comer a un restaurante de postín en el Barrio de Salamanca. Con los pobres sí, pero un poquito»
En el restaurante en cuestión, le conocen por don Urraco,
porque siempre pone mala cara y nunca deja propina:
Un día, al pagar, se le cayeron 10 céntimos al piso, y dijo:
quedáosla, si queréis; es la única moneda que llevo encima.
Quiso el lindo azar que se le cayera un montón d cambio.
Y fue tal el estruendo de monedas brincando y tintineando,
que el retumbo se oyó hasta en el interior de la cocina.
El tío, tan pancho, soltó al servicio, que estaba observando:
-Recogedlo: hay 23€ con 37 céntimos; nunca se me olvida.
Cuentan que uno salió disparado al WC, vomitando.