Me gustaría reencarnarme en la yema de los dedos de Georges Moustaki. Por Rafael Gómez de Marcos

Georges Moustaki

«Parodiando al gran Woody Allen, me gustaría reencarnarme en la yema de los dedos de George Moustaki en honor a su Ma Solitude»

 

Se que ya he traído en varias ocasiones a este hombre tranquilo y reflexivo, que vivió durante décadas en una buhardilla enorme en la isla Saint-Louis, en el corazón de París, un artista que muchos le niegan un sitio al lado de Georges Brassens, Jacques Brel o Leo Ferré, yo no.

Georges Moustaki no era una versión sosita de Georges Brassens, pero su música sí fue más universal que la de Brassens. Una música que acompañaba a sus letras con trazos de su agitada biografía y los posos de influencias culturales tan diversas de las que tuvo la oportunidad de impregnarse.

Ma solitude” (1969) es un tema particularmente sensible para mí, en mi adolescencia la belleza de su melodía y mis estudios de francés durante el bachillerato, me hicieron fijarme en ella, sin poder todavía entender demasiado su auténtico significado, todo un canto a la soledad, a esa soledad que tanto tememos y que, en otros momentos, tanto anhelamos y necesitamos. Una hermosísima canción que escuchar, degustar y meditar…

En soledad. Gracias señor Moustaki. Una cosa le envidio, y permitiéndome la libertad cambiar aquellas aquellas palabras de Woody Allen “me gustaría reencarnarme en las yemas de los dedos de George Moustaki”.

 

Ma solitude

Pour avoir si souvent dormi
Avec ma solitude
Je m’en suis fait presqu’une amie
Une douce habitude
Ell’ ne me quitte pas d’un pas
Fidèle comme une ombre
Elle m’a suivi ça et là
Aux quatre coins du monde
Non, je ne suis jamais seul
Avec ma solitude
Quand elle est au creux de mon lit
Elle prend toute la place
Et nous passons de longues nuits
Tous les deux face à face
Je ne sais vraiment pas jusqu’où
Ira cette complice
Faudra-t-il que j’y prenne goût
Ou que je réagisse?
Non, je ne suis jamais seul
Avec ma solitude
Par elle, j’ai autant appris
Que j’ai versé de larmes
Si parfois je la répudie
Jamais elle ne désarme
Et si je préfère l’amour
D’une autre courtisane
Elle sera à mon dernier jour
Ma dernière compagne
Non, je ne suis jamais seul
Avec ma solitude
Non, je ne suis jamais seul
Avec ma solitude

Rafael Gómez de Marcos

Enamorado de la vida, reivindico mi infancia, mi verdadera patria, tres pilares, El Capitán Trueno, The Beatles y Joan Manuel Serrat, me fascina la ópera, me encanta bailar bachata y considero que decir cine americano es una redundancia. TVE no vio en mí ningún talento tras más de treinta años de servicios, Talento que me concedió la Academia de las Artes y las Ciencias de la Televisión en reconocimiento a mi trayectoria profesional. Nunca he estado afiliado a ningún sindicato y jamás he militado en ningún partido. Mi cita de bandera es una frase de José Ortega y Gasset: "Ser de la izquierda es, como ser la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral".

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