
«The Beatles representaron un agente de transformación de la realidad, de convenciones sociales, de la cultura y del plano artístico general»
Cuando escuche por primera vez «Yes It Is» de The Beatles tenía 11 añitos, la impresión que me causó al oírla aún perdura, estremeciéndome cada vez que la escucho. Era la car B de «Ticket to Ride” publicado en 1965. La delicadeza de las armonías a tres voces de la canción la convierten en algo especial, en una gran balada con unos arreglos excepcionales. Un temazo que ha ido ganando adeptos con el paso del tiempo.
The Beatles representaron un agente de transformación de la realidad, de convenciones sociales, de la cultura y del plano artístico general. Un año más tarde en 1966, dejaron las giras y comenzaron a forjar una discografía de excelencia, en base ya no a una fórmula para el éxito, sino en base a la experimentación y al encuentro con otras manifestaciones culturales que bullían en creatividad.
Al contrario, de lo que suele pensarse, no fue John quien más entro en contacto con el mundo de la vanguardia, fue Paul McCartney quien más se sumió en el mundillo artístico que iba desarrollándose y que contribuyó de diversos modos al desarrollo de experiencias más que interesantes tanto en la creación artística de vanguardia como en la difusión de la misma.
En connivencia con la más absoluta vanguardia entre 1967 y 1970- no dejaron de probar ni de sentar las bases de nada que no se haya repetido después hasta la saciedad en los 50 años siguientes. Por mucho que se empeñen las “élites”, las canciones del grupo son ya los grandes clásicos del siglo pasado. Todo el mundo conoce a The Beatles, pero sin embargo…