¡MUY BUENOS DÍAS!
Comenzamos la mañana de este jueves de esa manera tan especial, siendo el día en la que os traigo la colaboración de un lector.
Hoy, cuento de nuevo con la colaboración de Fran, su cuenta en la red social de twiter es: F.J.A. @fralbaro
Os diré que tengo una gran satisfacción personal de vuestras colaboraciónes. Es una auténtica maravilla. Por cierto, sigo abierta a escucharos, si alguno de vosotros desea colaborar un jueves en esta sección.
Por lo que he podido ver, leer y buscando información, la obra que os presento y de la que después veréis nuestros pequeños escritos, se centra en un cuento griego de Rubén Darío. Una fábula, de la que se puede obtener una moraleja, eso sí os lo dejo a vuestra interpretación.
El artista aun siendo autodidacta, no tiene obstáculos para ir perfeccionando su técnica. Reconocido en su país por sus paisajes y los efectos de luz crepuscular, así como por la atmósfera que impregna en sus obras nocturnas.
Mauricio Rizo. Jinotega -Nicaragua 1963. Pintor costumbrista, realismo, impresionismo.

“El sátiro sordo” Por F.J.A.»
Es la imagen del rey caído
envuelto en el aura de su cetro
que ajeno a su poder ya perdido
sigue creyéndose de su alrededor el centro.
Los pájaros cantan, las musas danzan,
y los árboles se levantan…
Todo es perfecto.
Pero sordo al buen criterio,
solo cree y obedece lo que ve
e incapaz de saber que ocurre en su derredor,
orgulloso de la belleza que cree en su honor,
y sin saber ni quién, qué, ni por qué
la ignorancia de lo grotesco expulsa del paraíso
a la causa de tanto resplandor.
“El sátiro sordo” Por Mila Soyyo
Sátiro sordo, demasiado orgullo muestras
al fin y al cabo, la naturaleza es vuestra.
No estás entre dioses, quizás con princesas,
ya sé que son ninfas, a ti te embelesan.
Alondra que canta, asno que te acompaña en la siesta
se encuentran contigo, tu no te das cuenta.
Rechaza tu oído canciones muy bellas
te encuentras tan sordo, no ves la grandeza.
Así estamos vivos, perderse en tibieza
cuando no se escucha, tampoco se mira lo que te rodea.
Una venda al oído, igual que a los ojos
Perder esos pies, dejar la cabeza.
***
Finalizo este saludo de la mañana, dando las gracias a Fran, has estado fantástico y por supuesto a Manuel Artero, ya sabes que contigo, esto es posible.
La Paseata os desea que paséis un maravilloso jueves
MMB