Señor Casado, no se deje engañar, las auténticas sirenas, tenían cuerpo de ave. Nada de pactos presupuestarios.
Señor Casado, no se deje engañar, las auténticas sirenas tenían cuerpo de ave. Por Rafael Gómez de Marcos

www.lapaseata.net
Señor Casado, no se deje engañar, las auténticas sirenas, tenían cuerpo de ave. Nada de pactos presupuestarios.
Si la poesía es rima, conmigo cambian las notas, porque navego en mi diario de versos escritos que reconozco como una carretera hacia ti