Hay días que parecen metáfora y el 11 de Septiembre renueva cada año su alto palmarés y la palma de oro en el Festival de la Realidad Podrida que en España sufrimos como nadie.
Y menos mal que Robert Schumann nos dejó para ocasiones como esta su Sonata para violín número 1, OP. 105. Qué si no sería para volverse loco.
En nuestro Congreso de los Diputados después de cuatro meses de obra que ha costado cuatro millones de euros en concepto de reparación del tejado, va hoy que llueve y la Sesión parlamentaria se tiene que suspender por las goteras enormes que como un torrente de la insansetez comienzan a arreciar a las diez de la mañana. De Berlanga y por tanto Berlanguiano: Un grupo de japoneses que hoy estaban invitados solemnemente a nuestra Camara de Representantes se han hinchado a hacer fotos. ¿Surrealismo o dura realidad?
La metáfora del día en que Chile rememora el cuarenta aniversario del golpe de estado que derrocó a Salvador Allende. Sensibilidad a flor de piel para recordar la poesía y la muerte que asolaron el país hermano porque y en esencia no hay que olvidarlo, por un puñado de votos los ideólogos de izquierdas pensaron que la finca era toda suya. Imposible olvidar a Victor Jara.
Tan imposible como encontrar a algún vecino querido que no recuerde donde estaba a las tres de la tarde de otro 11 de Septiembre el de 2001, cuando la hecatombe de las Torres gemelas., Comienzo de una guerra no declarada que hoy todavía amenaza con nuestras vidas.
Y mientras, y para colo de males, los sentimentales catalanes que han puesto el derecho a decidir como epicentro de su guerra particular conmemoran su historia falsa de independentistas falsos con falsos periodistas y falsos argumentos.
Menos mal que me queda la sonata de Schumann.