El momento idóneo con la mayoría absoluta del Partido Popular y un PSOE todavía hoy fuerte en escaños y leal a la Corona, porque en el mañana de lo socialistas todo está por ver, posibilitará al Rey Juan Carlos I abdicar del trono sin mayores problemas, mas allá del estruendo mediático y en la calle, y su hijo, el príncipe Felipe se convertirá en el Rey Felipe VI.
Una jugada de altura, verdadero momento histórico que supone para España el final de la transición que nos permitió entrar en las democracias occidentales como reino de absoluto derecho, nos brindó sabrosos royalties por la exportación de la idea y que, paradojicamente ha sido el caballo de Troya intelectual de los nuevos comunistas españoles, al conseguir darle la vuelta con abultados volúmenes de crítica política editados por la Universidad Complutense de Madrid. Es, por tanto, el momento oportuno en ese nuevo portal electoral en el que nos han dejado, con las luces encendidadas, las elecciones al Parlamento Europeo que afloran una nueva masa social republicana y el hundimiento de los votos al PP y al PSOE.
Y ante este importante y decisivo movimiento del estado español, una especie de jaque al Rey con el que el estado pretende enrocarse para el futuro, muchos ya sueñan con ese jaque mate a la Corona. Por ello, serán vitales los tres siguientes movimientos del nuevo Felipe VI y hasta el primero de la nueva Reina en el nuevo damero español ya claramente coloreado de monárquicos y republicanos.
Señores, quítense la careta y jueguen, aunque sea con el fuego que representa la voluntad de rehacer la historia desde 1936 que empezará hoy mismo a tronar en las calles, sin ni tan siquiera reconocer que el Rey Juan Carlos I ha llevado a España al periodo de mayor democracia y convivencia de su historia !!!
Don Manuel, directo a tu crónica
Tenemos nuevo Monarca, Don Felipe VI.
El Pueblo Español seguirá madurando los asuntos, y sus posturas.
Y me encanta lo del enroque, porque de primeras entendí «enrosque».
Los trabajadores de la política tendrán que saber que todos sabemos de ellos. Y que los que se «enrroscan» son los ofidios.
Las víboras son malas para todo.
Tendrán que ser de verdad trabajadores, porque en su oficio se olvidó la meta, lo convirtieron en un fin en si mismo, con poca clase y al servicio de asuntos que no tienen que ver con esta Nación ni sus diversas gentes..
Un monstruo aunque joven se está pudriendo, y es momento de limpiar.
» es hora de las nuevas generaciones»
Que Dios nos acompañe a todos y a nuestro Jefe de Estado Felipe VI