Imagino esta mañana a las bellas rubias próximas al gran Hitchcock aguantando tensiones, problemas, miradas, provocaciones, piropos y no intuyo a ninguna de ellas denunciando el caso al Observatorio contra la violencia de género que preside la rubia presidenta doña Ángeles Carmona que en estos terribles días en los que la vieja Europa descubre aterrorizada que se encuentra en guerra contra el Terrorismo islámico va y sale con que será bueno para la sociedad española que eliminemos los piropos, esa poesía popular en peligro de extinción a la que no le hace falta mas que un suspiro para exterminarla dada la falta de lisonja intelectual que nos rebaña la espuma de nuestros días que nos arrebata nuestros grandes mitos cada día que pasa. ¿Acaso definir de maciza a Anita Ekberg que hoy se nos ha ido es pecado ?
Cómo si no fuera importante para la sociedad española revertir el paro, aclarar el siniestro 11 M, acabar con el corrupto estado de las autonomías y sus vendidos políticos o encontrar un filón interminable de petróleo en las islas canarias.
Los piropos, esa poesía en extinción
Buen farol y escrache intelectual a la sensatez de la que se cuida bien las mechas rubias para jurar o prometer ante la cruz de los cristianos y pisar la alfombra roja del poder a la sombra del Consejo General del Poder Judicial y asegurarse así su permanencia inútil mirando a cámara con esos ojos a los que ya me gustaría a mí saber quien les ha dado permiso para tanto y tan profundo iluminar.