A dos días de la filtración del CESID a Antena 3 aparecen nítidas las dos Españas cainitas con el garrote en la mano porque no son capaces de ponerse de acuerdo ni tan siquiera en el significado del concepto de «emergencia».
Para alguno de los pasajeros lo importante es la asediada cultura gallega, o la autodeterminación de los pueblos o cortar el cuello a Felipe VI, una violenta metáfora, me imagino, para expresar un populista ideario político del que aparte de sonoros titulares donde la mayoría de las veces nos venden uno de los significados de emergencia social, nada se nos dice de que será de la Educación, las Autonomías, el déficit, la apuesta por Europa y el euro, el futuro de nuestras alianzas internacionales y presencia en la OTAN, además del de la propia Monarquía Constitucional. Es decir, las esencias del otro posible significado de emergencia nacional.
Con su emisión, las imágenes que ofreció Antena 3 en su edición de las nueve de la noche, impresionaron a una mayoría de los ambos frentes,ya establecidos por los españoles, pero la primera reacción de amplios colectivos sociales de esa izquierda que hoy huele poder, debería asombrarnos todavía mas allá de este preciso e histórico momento en que los espías del estado deciden filtrar la grabación que tienen archivada hace mas de un año, y que coincide con la posibilidad gracias a la aritmética parlamentaria de un frente de izquierdas capitaneado por el socialista Pedro Sánchez, a los mandos de España y de vicepresidente el propio Iglesias según ha manifestado después de su audiencia real.
No han pasado ni cuarenta y ocho horas y las posturas por las imágenes que Antena 3 clasificó como gran exclusiva se ha enconado de tal manera que resulta imposible mirar para otro lado. No hay plaza, bar, calle, periódico o red social donde la polémica no protagonice nuestro interés mientras quedan ya para las hemerotecas clásicas y las de los nuevos medios de comunicación electrónicos la agresividad esgrimida desde el minuto cero de los podemitas con su cuño ya famoso de «Nos van a dar pero bien» , entresacado del alarde tecnólogico que se llama Periscope y posteriores y sus ya nada veladas amenazas a los periodistas.
Porque lo grave, mas allá de la ética periodística o los intereses de los partidos, sus intereses, es que detrás de las imágenes del embarque para el vuelo a Venezuela en el avión presidencial de Maduro se esconden significados y conceptos mas graves que el de la emergencia social y nacional, como son el de «terrorismo» o la «traición». Pero mientras, y esto es lo bueno, vamos conociendo las mentiras, o medias verdades, que hasta ahora han publicado periódicos afines y los propios interesados e intuímos que para muchos de estos miembros del nuevo Frente Popular del siglo XXI la violencia y hasta el terrorismo están justificados para llegar al poder.