
Unos bellos ojos son una inspiración humana y divina. ¿Qué don dio el Creador a estas perlas que no sólo miran, sino que ven?
Cuando vemos percibimos. Es un flujo que va de fuera a dentro. Cuando miramos, entregamos. Cuánto nos dice una mirada. En cada pedacito de ella, damos un trocito de nuestro alma. Hablamos al conocernos, creyendo que nuestras palabras o nuestro silencio están haciendo de carta de presentación, pero no, se adelantaron los ojos cargados de información.
La de Zenia, mi perrita, es limpia y noble, por ello no habla, no le hace falta. Es un amor. En cinco días nos entendemos con la mirada como si llevaremos una vida juntas.
Cuando conozco a una persona, es en lo primero que me fijo. Hace poco un amigo me dijo que tenía un don de rodearme de gente buena. Es mi suerte en la vida no exenta de magia. En todas usé ese as que guardamos en la manga, y en ese primer instante de conocerlas, busqué en sus mirada y dejé que la nobleza me hablara. También me he equivocado y me han hecho daño, porque los ojos también saben mentir si en ello hay intención de quien lo hace.
¿Quién dijo que esta vida es sencilla?