
La señora Concostrina, con su habitual inquina contra la religión católica, ha realizado esta mañana en RNE (si, esa «dominada» por el PP) una critica a la Iglesia católica por su prohibición, a los católicos, de esparcir las cenizas de los muertos fuera de un lugar consagrado.
Según la señora, que está en la mente de los redactores del documento, se trata de una pura cuestión económica porque la Iglesia ha perdido ingresos por esa razón y lo argumenta sin matices. Esta postura, segun esta señora, es como de hace siglos. Es decir, que la Iglesia tenga unos principios y se atenga a ellos le parece mal.
Estoy segura, también sin matices, de que si atenerse a unos principios por años que estos tengan lo hiciese un partido , de izquierdas por supuesto, le pareceria no solo bien, sino la unica postura aceptable.
Y antes de que nadie me llame «meapilas» confieso que no he puesto los pies en una iglesia desde que hice la primera, y última, comunión de lo que hace varios lustros pero estoy harta de la hipocresía y doble vara de medir de esta progresía de salón.
He oído la entrevista, conducíendo por la autopista, y he quedado sorprendido por la tendenciosidad de sus opiniones, y de que el programa entrevistara a esta periodista y no a un sacerdote para explicar las razones del Papa. Luego, para explicar lo del cambio de hora, han acudido al científico Manuel Toharia. Menos mal.
Toharia hubiera opinado más cabalmente sobre la incineración de cad’averes, de paso, Concos trina sobre mutaciones horarias.
Un cero a RNE por tratar ese asunto con la frivolidad y superficialidad que caracterizan a doña Concostrina.