
«Estos insultos que vienen a continuación no van dirigidos a los antitaurinos, que tienen derecho de defender su postura, sino a los animalistas radicales»
Si, voy a hablar de la Fiesta de los Toros, y al que le moleste que no siga leyendo, pero es que ha sido muy tremendo soportar las graves agresiones que hemos sufrido los amantes de la Fiesta, tras la penosa muerte de Adrían Hinojosa, el niño con cáncer que quería ser torero y fue objeto de insultos en las redes sociales tras asistir en Valencia a un festival taurino benéfico. Una terrible situación que me ha recordado al fallecimiento del torero segoviano Victor Barrio.

Por ello, estos insultos que vienen a continuación no van dirigidos a los antitaurinos, que tienen derecho de defender su postura, sino a los animalistas radicales que se conmueven ante la muerte de un toro en el ruedo, no en un matadero, y se alegran del fallecimiento de un torero en plena lidia.
El toreo, un arte en movimiento único donde el animal tiene la posibilidad de herir o matar a su pareja artística. Estos insultos van directamente a las huestes descerebradas de Peter Singer, ese imbécil que propone equiparar a un niño a una vaca.

Los que se me ocurren son: Habitadores de las cloacas, estiércol putrefacto, detritus infrahumanos, alimañas sin corazón, malnacidos, vividores del averno, mala gente, rufianes, vertedero del odio, furcias cobardes, pestilentes coños llenos de ácido, venenosos forajidos del alma, bazofia, destiladores de odio irracional…
En fin, pretenden asesinarnos de asco , pero debemos dejar que se achicharren en su rencor sin sentido.