Sin palabras: Podemos dice que malversación de fondos públicos y prevaricación son son corrupción
Sin palabras: Podemos dice que malversación de fondos públicos y prevaricación son son corrupción

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Sin palabras: Podemos dice que malversación de fondos públicos y prevaricación son son corrupción
Todas las personas sensatas, temen más que a un nublado la posible fusión entre Unidos Podemos y el nuevo PSOE acaudillado por Pedro Sánchez, una especie de Frente Popular que a muchos retrotrae a nefastos recuerdos. Pero hay que frenar ese primer impulso emocional y plantearse que este populismo entre Iglesias, Sánchez y el perrito faldero Garzón, poco tiene que ver con el izquierdismo clásico, ya que el de entreguerras fue el germen de lo que acabaría llamándose fascismo. Este nuevo acuerdo entre estos personajillos es la mezcla grosera entre el vetusto y obsoleto estalinismo y un fascismo de corte moderno y juvenil. Nada que ver con el Frente Popular de Dimitrov creado precisamente para luchar contra el fascismo.
Este acuerdo, donde uno se tragará al otro, (ya intuimos quién a quién), recuerda el corto acuerdo de dos años entre la URSS y Alemania, por el cual decidieron repartirse Europa. Los firmantes fueron Ribbentrop y Molotov, si, el que dio nombre a los famosos y sanguinarios cócteles.
Como era predecible, este Pacto acabó como el rosario de la aurora. Fue una matanza para ambas partes y, como no, para la mayoría de los europeos. La traición anida en todas partes.
Algo parecido vaticino para esta antinatural fusión, como bien recuerdan los mas veteranos militantes del PC y del PSOE.
El maestro del solomillo me lo repite cada mañana cuando le saludo en el mercado. “Aquí en mi carnicería no se habla ni de la prima, ni del rescate, ni de la crisis.., los podemitas ni de Trump que me tienen ustedes aburrido”. Pero hoy, a continuación, de recitarme el lema, y reírnos los dos, en voz baja, entre confidente y espía, me susurra que nunca pensó que eso de los mercados le iba a afectar tan de cerca. Así que a punto de enlazar una conversación sobre la selección española de fútbol, me callo oportunamente y le dejo seguir. Gerardo, así se llama, continúa:
– Ya me conoce y sabe usted que soy tranquilo, pero comienzo a sentirme indignado y “cabreao”, ¿Sabe por qué? Porque yo hago mis deberes, pago mis impuestos, acabo de invertir en un frigorífico nuevo, he dado de alta a la rumana que va a mi casa un día a la semana y he descubierto que los políticos no hacen los suyos. Y eso no puede ser. Estamos en mano de unos inútiles. ¿Y sabe usted? Cada vez son más los que viven a mi costa y no hacen bien su trabajo.-
Yo le cuento a propósito mis sensaciones con el liberado sindical que tengo de vecino, porque le recuerdo saliendo de su casa con la camiseta verde camino de la manifestación. Mi vecino tiene silla, o sillón, en la central de la calle Lope de Vega, galones de liberado, y se presenta hasta en la panadería con su carnet político pegado a la frente. Habla de la educación, por ejemplo y construye sus tediosos argumentos tomando el hilo desde la caída del muro de Berlín, pero lo que verdaderamente no soporto es que deja la basura todas las noches en el quicio de su puerta porque a partir de las nueve dice que “no tiene fuerza para bajarla hasta el cubo, por su entrega a la calidad de la enseñanza y su dura lucha cotidiana contra Cristina Cifuentes que le consume”.
– ¿Significa esto no hacer bien su trabajo, al menos el comunitario? Le pregunto
Pues sí, Y Gerardo me contesta con una nueva pregunta: ¿Pero cree usted que a su vecino le respetarán los de la manifestación cuando chille con el altavoz sus mensajes?
Sí, me imagino que sí, le contesto. Y Gerardo remata con su profundo sentido común: “Bueno pues eso es lo que le quiero decir. Puede ser que su vecino haga bien su trabajo sindical y político. Que sea un auténtico líder sindical ¿Pero qué pasa con Rajoy? que ya va por el mundo con cara de cordero degollado, como un púgil noqueao. ¿Es que no se da cuenta que necesitamos un capitán en el equipo? No hace bien su trabajo. Se ha convertido en el falso nueve de la selección: Un problema. Con la que está cayendo y nos va a caer tiene que hablar y proponer. Y nada…
Es usted un genio le digo. ¿Y qué va a ser me contesta? Pues hoy….