
«Contrariamente a lo tan repetido por los medios de la sorpresa por el resultado del referendum, el Brexit no constituyó una sorpresa sino la constatación de la persistencia del más rancio espíritu inglés»
Acabo de leer un excelente articulo de Javier Brandoli sobre el brutal racismo británico practicado en sus colonias, con ejemplos que ponen los pelos de punta y dejan en pañales el apartheid sudafricano, ejemplo oficial de racismo colonial…
Sin embargo, para quienes conocemos un poco el espíritu británico, mejor dicho inglés, no es un descubrimiento su aversión a todo lo no british y su inconmensurable complejo de superioridad. De ahí que, contrariamente a lo tan repetido por los medios de la sorpresa por el resultado del referendum, el Brexit no constituyó una sorpresa sino la constatación de la persistencia del más rancio espíritu inglés.
Relaciono esto no solo con el articulo mencionado, que publica El Confidencial, sino con la “curiosidad” que me causó, en una reciente estancia en Portugal, el gran número de parejas mixtas, portuguesas o provenientes de sus ex colonias, que circulaban sin despertar el más mínimo interés ni sorpresa, prueba de que, a pesar de la estrecha relación de Portugal con la pérfida Albion, no todos los malos sentimientos se pegan sino hay una predisposición a adoptarlos.
No hay una sola ex colonia británica que no viva su recuperada libertad con problemas políticos y étnicos de todo tipo y es que ya lo decía mi padre; “los ingleses lo lían todo allí por donde pasan” (el utilizaba otra palabra más contundente…). Es tan cierto que no han parado hasta “liarla” incluso en su propia casa… God save the Queen! (porque sino la salva Dios va lista la pobre!)