
«Me invade una profunda rabia contra toda la mierda que veo a diario a mi alrededor en las noticias y en las calles, en los partidos políticos nuevos de orates aniñados y aniñadas»
Estoy intentando iniciar otra novela y me siento frente al ordenador. Me resulta imposible y no por falta de ideas. Me invade una profunda rabia contra toda la mierda que veo a diario a mi alrededor en las noticias y en las calles, en los partidos políticos nuevos de orates aniñados y aniñadas que baten sus retintines con voces chillonas, sobre todo las de ellas, y esto me impide expresar nada que no implique volcar todo mi rechazo, odio y necesidad de venganza, que al parecer el Estado dirigido por los actuales gestores no quiere asumir, no como venganza, pero ni tan siquiera como justicia.
He visto esta misma mañana las imágenes de un hijo de la gran puta en el metro de Barcelona tratando de quitarle el bolso a golpes a una señora que podría ser su madre con toda suerte de violencia. Al parecer da igual. Si al tipo lo cogen lo meterán un par de noches en comisaría y luego de nuevo a maltratar y agredir a cualquier otra persona indefensa.
«Deberíamos tener aquí una ley de reincidencia que condenara con una pena cada vez mayor las sucesivos delitos»
Deberíamos tener aquí una ley de reincidencia que condenara con una pena cada vez mayor los sucesivos delitos. Y sí hablamos de indefensión, más si tenemos en cuenta que el defenderte puede conllevar que seas tu mismo el arrestado y encarcelado, como ya ha ocurrido en ocasiones cuando honrados ciudadanos, defendiendo su casa y a sus seres queridos, han sido denunciados y condenados por agresión. ¿Agresión?, es lo que merecen los que hayan elaborado estas nuevas leyes y código penal que solo sirve para limpiarse el culo y no para defender a la sociedad de los sinvergüenzas inmundos que se han aposentado en las antes tranquilas calles de España.
No puedo pronunciar la palabra legislador, por vergüenza ajena, tampoco la de juez que sabiendo que aunque la ley diga lo que diga el resultado de aplicarla es injusto. Un juez, y lo siento si esto fastidia, debe estar por encima de las leyes escritas y romperlas cuando sea necesario en defensa de la verdad y la libertad, que ésta no está escrita. Hay una cosa que la gente llama sentido común, que debería regir las acciones de todo el mundo incluso las de sus señorías. No soy jurista pero me chirrían cosas que como ciudadano de una democracia no puedo tolerar. Cosas y resultados que rozan peligrosamente el Comunismo y el Fascismo en el que el individuo pierde toda la razón a favor del Estado, impostor, que usurpa la razón de serlo que está soportada por los individuos que lo integran y conforman.
«Puede que mi razonamiento sea incorrecto, pero nada hay que pueda estar por encima de la libertad de defensa propia de los individuos»
Puede que mi razonamiento sea incorrecto, pero nada hay que pueda estar por encima de la libertad de defensa propia de los individuos, porque es una necesidad, más que social, es Biológica la supervivencia en situaciones de riesgo. El que un hijo de la gran puta asalte tu casa con alevosía y nocturnidad lo es y nadie debería ser condenado por, sea como sea, la violencia que emplea en su defensa. Ya la esgrime con antelación el atacante y por ende con ventaja, con lo cual disculpa cualquier defensa usada. Toda victima de agresión debería tener todos los derechos a defender su casa, su vida y sus bienes usando la violencia necesaria. En Estados Unidos es así. Debería serlo en cualquier lugar. Si esto no es así y se permite que sigan sucediendo cosas como la del metro y otras, al final esto va a ser realmente la ley de la selva.
Ya nadie va a valorar lo que pierde si no lo defiende con violencia y por encima de otra consideración, la certeza de que será protegido por las leyes y entonces sí se volverá a la ley de la selva. Ojo impartidores de justicia que las sociedades y las personas que conviven civilizadamente tienen un límite, rebasado el cual, todo, incluso la ley será considerada una mierda. O se toman ustedes en serio condenar a los verdadero delincuentes y defender al ciudadano que se comporta dentro de la ley, o lo llevan ustedes clarinete a la vuelta de veinte años.
«Si la vida deja de tener valor y las ventajas de ser buen ciudadano también, olvídense de sus teorías y reglas, se acabó»
Si la vida deja de tener valor y las ventajas de ser buen ciudadano también, olvídense de sus teorías y reglas, se acabó. Fukuyama va a tener razón la civilización hace tiempo que terminó enterrada bajo la aniñada y casposa sociedad que hemos creado, unos con más culpa que otros. Además creo que mayoritariamente esto se produce en nuestro país de charanga y pandereta, será que no tenemos remedio o que nadie quiere asumir su responsabilidad. Patético. Estoy intentando iniciar otra novela y me siento frente al ordenador. Me resulta imposible y no por falta de ideas. Me invade una profunda rabia contra toda la mierda que veo a diario a mi alrededor en las noticias y en las calles.