
«Apagón en la cripta es una novela deudora del género negro, y estoy convencido que aporta una mirada diferente –¡qué tipo tan original!–»
Tal vez la siguiente afirmación cause un disgusto, pero a estas alturas de la existencia hay que venir llorado, duchado y con la digestión hecha, y ni aún así, estamos preparados para encajar según qué noticia. Pero seamos atrevidos y a ver qué leemos.
En contra de la creencia popular, los años –cumplirlos– no garantizan un lugar permanente entre los seres que han ido acumulando sabiduría, la que sea; y que saben hacer uso de la misma –sin importar el grado de acierto–. Estoy convencido que usted habrá sido testigo de la brillantez, no importa la intensidad, de una conversación con un joven o su antónimo, y de cómo pedía, rogaba e imploraba –entre gritos que sólo el silencio escuchó– ser pasto de un terremoto o víctima colateral de un ataque extraterrestre durante un intercambio de pareceres con un señor de provecta edad –o jovenzuelo emponzoñado en alcoholes variados– a quienes el reparto de neuronas pilló en el retrete. Efectivamente, las canas o su ausencia no implican sabiduría o una miaja de sentido y sensibilidad.
«Soy un escritor que escribió una novela que envié a una editorial cuya propuesta literaria gustó al editor que decidió correr el riesgo»
¿Y a cuento de qué viene la parrafada anterior?, se pregunta usted, pues es muy sencillo a la par que emocionante: Soy un escritor que escribió una novela que envié a una editorial cuya propuesta literaria gustó al editor que decidió correr el riesgo –por amor al arte, porque él es escritor, pero sin olvidar que también es editor– y compartir juntos la inmensa alegría, el sinfín de emociones, que supone publicar una novela. El editor se llama José Antonio Quesada Montilla – Escritor, la editorial es Ediciones Rubeo SL y la criatura que verá la luz dentro de poco responde por el nombre de ‘Apagón en la cripta’, un texto cuya imagen de presentación –la portada- ha sido diseñada por la gran Angélica MacHarrell.
Antes de que surga la pregunta de si era necesaria, me adelanto con una respuesta acorde a mi estilo literario: Apagón en la cripta es una novela deudora del género negro, y estoy convencido que aporta una mirada diferente –¡qué tipo tan original!–; posee un punto de vista que no pasará desapercibido y con ello no afirmo que sea mejor, pero sí que es original. ¡Qué carajo! Es una buena novela con una historia que no dejará indiferente a casi nadie… que la lea. Soy incorregible.
A esta realidad literaria, que también dispondrá de la versión digital, le seguirán otras, pero eso será en su momento, porque dentro de unas semanas usted podrá disfrutar –estoy seguro– de una historia de ficción tan real como la vida misma.
Y acabo. A lo largo de mi trayectoria, como escritor y director de www.revista-contraluz.es, he sido testigo del inicio de la aventura que significa adentrarse en la creación de una novela, he asistido a múltiples presentaciones, compartido la alegría con el autor y leído el resultado de su trabajo. Pues bien, ahora seré testigo de qué se siente en carne propia, seguro de que la experiencia será inolvidable.