
«El Lobo es un animal carnicero y si no lo encierras bien… o le revientas los sesos, ya puedes, amigo mío, decirle, al mundo adiós»
Ahora resulta que lo poquito de bueno
que suelta por su añosa boca, el viejo Joe,
merece, en todo instante, un talante más sereno,
para que se avenga con la ‘diplomática corrección’.
No vaya a ser que encolerice al gran ogro ruso
y decida volar por los aires a todo el mundo.
Para entendernos: justo aquello que piensa todo dios
-que Rusia debe mudar su corrupto régimen inmundo-,
prudentemente hay que callar… por no cabrear al ‘Lobo Feroz’:
-Caperucita, ¡tate, bonita; deja que tu pobre abuelita
muera de soledad y de hambre en su derruida casita:
permite que ‘El Lobo Estepario Ruso’ siga su natural instinto
y sacie su voracidad hasta colmar por entero su apetito;
que, en ausencia de un imperio… o siquiera de un tierno cabrito,
de tu afable abuelita sin duda aprovechará… hasta los hígados!
Aunque, quién sabe: acaso nos sonría a todos la fortuna
y tu valerosa ‘abuelita’ guarde en algún lugar todavía
aquel fusil de asalto que en su día le regalara el buen leñador.
Y, con inusitada valentía, lo descargue contra el hocico
del miserable y mil veces cobarde… ‘Lobo Feroz’
Como dijera, no ha mucho tiempo, el viejo Joe,
«El Lobo» es, mayormente, un animal «carnicero»:
si no lo encierras bien… o le revientas los sesos,
ya puedes, amigo mío, decirle, al mundo, ¡ADIÓS!
Una de las pocas cosas buenas que tiene el hacerse viejo:
¡Hablar claro! Pues no está ya uno para perder tiempo.
Aunque se llame Joe Biden y sea ‘el presidente americano’.
«Carnicero», sin embargo, es casi un melifluo piropo
para el tan pérfido como carroñero ‘Lobo Ruso Estepario’.
Con todo, amigos míos, no debemos exagerar:
¡Fíjense en lo ocurrido en la entrega de los Oscar:
un ‘negrazo’ abofetea a un pobre `’negrito’!
¿Quieren ustedes, acaso, algo de mayor gravedad?
¿Quién, pues, por la suerte del pueblo ucraniano
y por ‘El Lobo Feroz Ruso’ se va a molestar?