El maniquí parlante. Por Francisco Gómez Valencia

Pedro Sánchez califica como mangantes a la oposición obviando la Historia de latrocinios y crimenes de su partido

«El maniquí parlante es como el maestro y colaborador acreditado de esta casa Guirong Fu, tuvo a bien calificar al presidente Sánchez»

Me encontraba buceando por las cloacas de twitter haciendo prospecciones por los bajos del personal, y me quede anonadado porque uno que es curioso, para sacar conclusiones certeras acostumbra a ver que tal sienta a la opinión pública las lindezas que se dedican cara a cara los moradores del Congreso cada martes, a modo de ofrendas con forma de dardos envenenados.

De haber sabido antes que Sánchez Castejón se iba a presentar ante la concurrencia con tal soltura -calificando nada menos que de “mangantes” a los de enfrente-, juro por mi honor que me hubiera organizado la agenda para poder opinar en directo, pues los “likes” y “retuits” al instante, parece que saben mejor y dan más placer, como dice el maromo del anuncio de los condones.

Un buen amigo que se fue de esta red social muy aburrido y castigado, me dijo que es como una barra de bar llena de borrachos perjudicados en exceso, diciendo aquello que se les pasa por la cabeza a la primera de cambio sin reflexionar ni una pizca. Y claro, veo a los miembros del Gobierno parapetados detrás del burladero que los protege de la verdad y la luz que representan y emiten las taquígrafas, y me pongo en tensión porque asocio metafóricamente -si es posible-, esa barrera física que los protege y exculpa, con la otra barrera: la barra del bar, oscura y pegajosa por el uso indiscriminado, llena de indiferencia derramada y la roña acumulada fruto de los exabruptos escupidos por doquier hacia el lado de los diestros.

A los siniestros, el presidente como gran autócrata que está demostrando ser, los acostumbra a llevar consigo bien puestos, pues a la hora de felicitarse por sus apoyos una vez liquidadas previamente las fianzas y prebendas, los suelta como perros de presa para que disfruten un rato de la seguridad que proporciona la barrera. Medrar sin vergüenza aunque sea para comerse sus propios vómitos como hacen los canes, precisa de cierta protección y connivencia y desde luego el presidente, se la otorga calificando tal gesto como diálogo, entendimiento e higiene democrática.

El ínclito mandatario hasta se permitió -cegado por la efusividad del momento y los efectos de la bilis-, mencionar poniendo en la picota como ejemplo de las habituales prácticas corruptas -a su modo de ver-, a varios exaltos cargos del Gobierno del presidente Rajoy, dando por hecho su culpabilidad reventando así una vez más los sagrados principios del derecho y la tan denostada separación de poderes.

Se ve que en su cabeza solo llevaba escrita la idea preconcebida del éxito que iba a obtener por vender -otra vez-, la piel del oso antes de cazarlo en forma de PERTE agrario. Por ese motivo, los debates por el CNI y demás rifirrafes de carácter “felipista” -justo además en la semana que el actual partido “sanchista” finge rendir honores al siniestro Rubalcaba, -Gran Maestro de las malas artes-, no estaba para muchos cantares y si para manidos desplantes.

Tal es su desparpajo que acusa a la oposición de “carca” por no plegar velas a su antojo. Ahora, resulta que la derecha española es muchísimo peor que la de otros países que conforman su amada y descosida nación europea, porque no apoya sin tapujos sus excesos autoritarios, o justifican con su silencio sus costosos traslados.

Viajes en helicóptero para asistir por ejemplo a la boda de un cuñado, o en Falcon para disfrutar de conciertos o dar de paso mítines de su partido, o para cerrar un acuerdo de política exterior vital para el Estado sin debatir ni avisar a nadie -y probablemente incluso hasta bajo cierta coacción-, con Mohamed VI (del que no ha dado todavía explicación alguna), son considerados por él, secretos vitales de Estado aludiendo a que son temas de Seguridad Nacional pues atañen a su persona o las que le cuelgan.

Mientras pasan estos desmanes a la vez y como contraprestación, se tercia autorizar a los rufianes catalanes y vascos para que formen parte de comisiones exclusivas que los permitirán conocer ciertos “intringulis” -esperemos que de menor calado-, seguramente bien valorados por servicios secretos ajenos a España.

Desconocemos si la grotesca escenificación de la ministra de defensa, –Margarita Robles-, cercenando (políticamente) la cabeza de la funcionaria al frente de los espías en rueda de prensa habrá merecido la pena. Igual, hasta “afirmativo sí”, y baste para paliar un poco el calentón pues mientras la peinan (el asunto, no la cabeza ya sin riego de la susodicha), podrán seguir expoliando al país al menos una semana mas.

A la espera quedamos otra vez más sin saber realmente un carajo de lo importante pues entre las aventuras y dislates con forma de bajas médicas de tres días por sufrir “reglas dolorosas”, cobrando como medida inclusiva desde el primero, o aprobar que aborten a los dieciséis años a la salida del instituto o incluso durante el recreo sin permiso paterno, nos llenan la cabeza de purrela generada desde el ministerio creado a imagen y semejanza de ciertos sistemas dictatoriales basados en el concubinato, entreteniéndonos con danzas del vientre.

Vientres vacíos y yermos de futuro para contentar a pardillos a base de entrantes repugnantes, mientras que lo mollar como la Ley de Seguridad Nacional, la subida de impuestos indiscriminados o el desmantelamiento del mercado laboral tal y como lo conocemos -entre otras cosas-, como se suele decir: “se sirve mejor en plato frío”.

Cuando nos demos cuenta del percal que venden, igual ya no hay remedio ni derecho a la pataleta al estar previamente precocido el guiso de despojos en la trastienda del buffet libre de su nula conciencia.

Nota: “El maniquí parlante” es como el maestro y colaborador acreditado de esta casa @guirongfu, tuvo a bien calificar al presidente Sánchez en una de sus últimas obras maestras publicadas en la red, en formato twitt del cual adjunto su correspondiente enlace para disfrute de la concurrencia.

Francisco G. Valencia

Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid en 1994 por lo tanto, Politólogo de profesión. Colaboro como Analista Político en medios radiofónicos y como Articulista de Opinión Política en diversos medios de prensa digital. De ideología caótica aunque siempre inclinado a la diestra con tintes de católico cultural poco comprometido, siento especialmente como España se descompone ante mis ojos sin poder hacer nada y me rebelo ante mí mismo y me arranco a escribir y a hablar donde puedo y me dejan tratando de explicar de una forma fácil y pragmática porque suceden las cosas y como deberíamos cambiar, para frenar el desastre según lo aprendido históricamente gracias a la Ciencia Política... Aspirante a disidente profesional, incluso displicente y apático a veces ante la perfección demostrada por los demás. Ausente de empatía con la mala educación y la incultura mediática premeditada como forma de ejercer el poder, ante la cual práctico la pedagogía inductiva, en vez de el convencimiento deductivo para llegar al meollo del asunto, que es simple y llanamente hacer que no nos demos cuenta de nuestra absoluta idiotez, mientras que la aceptamos con resignación.

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