¡MUY BUENOS DÍAS!
Comenzamos el jueves con la obra de un artista reconocido. Si os doy el nombre completo quizás no os suene, pero si os digo “Mitro”, seguro que en alguna ocasión habéis oído hablar acerca de él.
Hoy, cuento con la colaboración especial de José Antonio Marín Ayala, por lo que se enriquece el contenido a la vez que el continente y os resultará más atractivo leernos.
Os dejo también una frase que pronunció Mitro y de la que me siento totalmente identificada: “Lo que miramos no debe ocultar lo que no podemos ver, sino revelar lo que solo podemos percibir a través de nuestro corazón” .
Pasamos a ver la obra y nuestros escritos. Espero que os guste.
Nicolae Mitrofan “MITRO”. Rumanía -1957. Reside en París (Francia) Pintor figurativo. Acrílico sobre lienzo.

“Eterno” Por José Antonio Marín Ayala
El muy capaz clérigo Mauricio de Sully inició una ambiciosa obra monumental cuando era, allá por el año mil cien, obispo de París: la catedral de Notre Dame. Situada sobre la isla de la Cité, el prelado, cosa rara en este menester, no sabemos si en latín o en francés supervisó su casi total construcción, desde que la primera piedra allí se dejó hasta que se inauguró. Los franceses, tan chovinistas ellos, saben hacer de tripas corazón; es el caso que ahora le tienen gran devoción, aun cuando en esa etapa oscura suya, la mal llamada Revolución, expoliaron todo lo que de valor había en su interior.
A pesar de ser de advocación católica, el templo poco se parece a lo que se llevaba por aquellos tiempos, a la cultura románica, siendo una de las catedrales más famosas góticas.
Tuvo que ser el fatídico 2019, el año de la pandemia fatal, la ruina para la catedral, pues amén del poco público que por la cuarentena la visitó sufrió un incendio demencial que casi la destruyó.
Desde entonces, afamados arquitectos y laboriosos obreros, no importa si son ateos o no, sobre altos andamios se afanan en restaurarla y recuperar cuanto antes para el mundo todo su esplendor.
“Eterno” Por Mila Soyyo
Si me dejase mecer, por unos sueños que van
no quiero yo enloquecer, viendo esta isla y no mas
he de escaparme también, a ver esta catedral
su nombre ya conocéis, está en París “Notre Dame”.
Y me consuela saber, que nunca se perderá
está la esencia de ayer, Patrimonio de la Humanidad.
Navegaré por tu piel, campanas tú escucharás
recordando que también es… “Eterno” y nada la vencerá.
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La Paseata os desea que paséis un ¡Excelente jueves!
MMB