Anna Castells 
«Sánchez aumentará los impuestos a las eléctricas y los bancos y los señores del puro y la chistera pagarán esta fiesta de la felicidad»
Pues ya está, arreglado, Sánchez aumentará los impuestos a las malvadas empresas que nos suministran la energía con la que movemos la industria, las casas, los transportes… Y a los mafiosos bancos que nos facilitan el dinero para montar negocios, comprar casas, e incluso nos dan créditos para ir de vacaciones. Y con esto todo arreglado, seremos felices y viviremos en un paraíso de bienestar e igualdad…
Y serán los señores del puro y la chistera los que pagarán esta fiesta de la felicidad.
Pues no, porque los bancos no pertenecen a esos señores del puro y la chistera ( ¡Cuánta añoranza de La Codorniz!), pertenecen a los miles de pequeños y grandes inversores que dejan sus ahorros en manos de gestores con la esperanza no solo de recuperarlos sino de incrementarlos en lo posible. Pertenecen a fondos de inversión que gestionan los ahorros de presentes y futuros jubilados que desean asegurar y, en lo posible, mejorar sus pensiones y pertenecen a los depositantes que con ese gesto, de depositar su dinero en una cuenta bancaria, permiten que esas instituciones faciliten el crédito necesario para que la economía siga funcionando.
En cuanto a la energía, que malas son esas compañías que se dedican a que iluminemos nuestras casas, las calentemos o las refresquemos, que hacen que nuestras industrias funcionen, ahora a precios insoportables, mientras nuestro progresista gobierno impide que sigan funcionando las costosas centrales nucleares que se construyeron con el dinero de los contribuyentes impidiendo así que nos proporcionen la única fuente segura, constante y asequible de energía que un país sin grandes recursos propios necesita. Mejor sin duda alguna que llenemos nuestros paisajes de molinos, parados habitualmente en los momentos de mayor demanda, o de placas solares, instalaciones en las que se invierten cantidades ingentes de energía y materiales altamente contaminantes…
Pero no hay problema, Pedro subirá los impuestos a estos malvados personajes y, para mayor felicidad, regalará el abono de cercanías a quienes tengan la suerte de disponer de esa posibilidad, al fin y al cabo qué más da que este regalo cargue sobre las cuentas de la compañía RENFE, cubriremos ese déficit con el Presupuesto, o sea, más impuestos.
Cómo diría mi abuela: ¡“Y viva la Pepa”!
