
«Si te ha pasado de todo en la vida, mira adelante, parece repetirnos una y otra vez Mark Oliver Everett desde cada una de sus canciones»
Mark Oliver Everett no mostró talento alguno para la física de pequeño, a la que se dedicaba su padre, el doctor Hugh Everett, «uno de los científicos estadounidenses más importantes del siglo xx» (según la revista Scientific American). La poesía, en cambio, le vino de su madre, también le interesaron los discos que escuchaba su hermana cada tarde como por ejemplo el “After the Gold Rush” de Neil Young.
La muerte siempre estuvo presente en su familia y su vida, nunca hizo planes de futuro, pensaba que no viviría más allá de los 18 años. Experimentó la pérdida de su padre Hugh, su madre Nancy, su única hermana Elizabeth y de su prima Jennifer, que era azafata en el avión que el 11-S se estrelló contra el Pentágono.
Si te ha pasado de todo en la vida, mira adelante, parece repetirnos una y otra vez desde sus canciones, su música es tan emotiva, porque se trata de la sublimación de un alma torturada, pero a la vez es una bomba de optimismo.
Mark Oliver Everett es desde su debut con “Beautiful Freak” publicado en 1996 con su banda Eels, un trabajo que tuvo un éxito mundial con varias canciones brillantes y “My beloved Monster” que se incluyó en la banda sonora de Shrek, un trabajo que lo proyectó a una popularidad que jamás hubiera imaginado cuando profesores, vecinos y conocidos lo consideraban un chaval peligroso sin oficio ni beneficio. Sus letras a través de viñetas cotidianas celebran lo mismo el enamoramiento que la ruptura de pareja, festejan el ocaso y el amanecer, encomian las calles raídas por los outsiders o el tan menospreciado instante de levantarse de la cama, quizá porque en las pequeñas cosas palpita la convicción de que el planeta gira y seguimos a bordo. En el 2009 nos presentó “Hombre lobo” que incluía “That look you give that guy” el temazo que hoy les propongo.