
«Hoy se cumplen 23 años del fallecimiento de Enrique Urquijo, y recuerdo su excelente versión del tema de Carlos Cano, María La Portuguesa»
Siempre me duermo con los auriculares puestos escuchando la radio. Me despierto de la misma manera, y esta mañana escuchando el programa de la Cope “Poniendo las Calles” me entero que hoy ees el aniversario del fallecimiento del líder de uno de los grupos más exitosos de la historia del pop español.
Extremadamente tímido, Enrique Urquijo aprendió a usar las canciones como medio de expresión. Odió la fama, la industria, las entrevistas, siempre pretendió ser alguien anónimo. Su voz desgarrada te hacía envolverte en sus canciones. Canciones que fueron calando despacio, como una lluvia fina, a cuantos las recibían con la sensibilidad suficiente para valorar su dimensión. Capaz de llenar grandes recintos con el grupo que lideró, o de subirse a un pequeño escenario en algún bar de Malasaña y actuar para un público reducido. Nunca le gustaron los caminos rectos y fáciles de transitar, por lo que paso la mitad de su existencia sumido en un círculo vicioso que le llevaba de la depresión a las drogas.
Enrique Urquijo tenía un gusto exquisito para escoger, realizar, adaptar sus composiciones propias o versiones, al menos cuando le dejaban llevarlas por los derroteros que él deseaba. Y así lo refleja esta etapa con mucho carácter acústico con Los Problemas en la que desplegó un amplio abanico de estilos musicales, siempre aderezados con su toque mágico a la par que melancólico, polkas, fados, canción de autor y por supuesto, rancheras.
Hoy 17 de noviembre se cumplen 23 años de su fallecimiento, fue encontrado muerto en un portal de la calle Espíritu Santo, en el madrileño barrio de Malasaña. Tenía 39 años. También me ha recordado ese programa de radio la excelente versión que hizo Enrique Urquijo del tema de Carlos Cano, María La Portuguesa.