Mercados de Navidad. Por Susana del Pino

Mercadillo de Navidad de Marienplatz en Munich

«Los bonitos Mercados de Navidad forman parte de nuestra tradición, algo de lo que debemos sentirnos orgullosos y que debemos seguir manteniendo»

Pasear en los días de Navidad por muchas ciudades del mundo es un estímulo para niños y adultos, luces, grupos interpretando temas navideños, carruseles y mercadillos envuelven a la ciudad en una atmósfera mágica de la que muchos queremos participar.

 

Los mercados de Navidad se instalan durante el tiempo de Adviento, semanas antes del 25 de diciembre, y en ellos encontramos todo tipo de artesanía local, artículos de decoración navideña, juguetes, puestos de comida y bebida etc…

 

El origen de estos mercadillos nace en Europa, concretamente en Viena (Austria) donde a finales del siglo XIII agricultores, artesanos y campesinos exponen sus productos con la idea de abastecer a la población para el invierno, este pequeño mercado era conocido como el Dezembermarkt que en siglos posteriores se iría transformando para vender otros productos debido a la proximidad a las fechas de Navidad . Se conocería más tarde como Christmarkt aumentando el número de ellos por toda la ciudad.

 

La primera fuente documentada de la que se tiene referencia como primer Mercado de Navidad propiamente dicho será en la ciudad de Dresden (Alemania) capital del Estado de Sajonia. Conocido como Streizelmarkt, data de 1434 cuando Federico II otorgó el privilegio a los comerciantes de instalarse como mercado, Son famosos sus dulces Chrststollen y la arquitectura efímera que se realiza cada año para su instalación, como es un precioso castillo de madera que recibe cada año la visita de Santa Klaus.

Mercado de Navidad de Dresden. Alemania

A partir de entonces en Alemania pronto empezaron a gozar de gran popularidad e instalándose en otras ciudades como Munich, Nuremberg, Colonia, Franfurt o Bautzen. Martín Lutero (1483-1546) tuvo una gran influencia en la creación de estos mercados en Navidad, ya que propuso el día del nacimiento de Jesús, 25 de diciembre, como fecha para intercambiar regalos, recordando la ofrenda de los reyes Magos en Belén. Algo que anteriormente se hacía el 6 de diciembre, festividad de San Nicolás, esta tradición aún continúa en Alemania, donde este día se regalan siempre chocolatinas.

 

Así, los mercadillos fueron creciendo, eran cada vez más visitados y las ventas aumentaban, convirtiéndose en punto de encuentro para los ciudadanos en los días de Navidad llegando a ser una bella tradición ya no solo en Alemania, sino en el resto de países europeos. En Francia, Les Marchés de Nöel, sobre todo los de la zona de La Alsacia son dignos de visitar, considerados unos de los más bonitos de Europa; en Praga (República Checa) se instala en la Plaza de la Ciudad Vieja, en realidad en cualquier ciudad europea vale la pena conocerlos ya que cada lugar ofrece su propia singularidad.

 

Junto a las casetas instaladas para la venta, hay muchas actividades en torno a ellas que dan a la ciudad, sobre todo a la caída del sol, ese ambiente mágico y especial. Los carruseles, los coros interpretando villancicos, actuaciones de bailes tradicionales, pequeñas orquestas ambulantes o representaciones con marionetas, así como belenes vivientes forman parte de este ambiente agradable en unas fechas tan entrañables, en las que la nostalgia, la ilusión y el deseo de compartir están tan presentes.

 

Es muy común en los países centroeuropeos los puestos de vino caliente, tan apetecible ante las bajas temperaturas o puestos de comida típica del lugar.

Mercado de Navidad en la Plaza Mayor de Madrid

En España también existe una gran tradición, cada vez más afianzada de estos típicos mercadillos, los más conocidos son el de La Plaza Mayor de Madrid, el de Valencia, situado junto a la Ciudad de Las Artes, el de Barcelona, Santa Lucía, en Bilbao, Málaga, Santander o el bonito Mercado de La Artesanía de Sevilla, con preciosos trabajos en cuero, madera o cerámica; estos entre otros muchos ya que podemos encontrar este tipo de mercados en pequeños pueblos de nuestra geografía que nos harán disfrutar de ese encanto especial de la Navidad y que siempre estarán en nuestro recuerdo.

 

Hoy en día los mercadillos navideños se han popularizado por todo el mundo. Es una delicia conocerlos, comprar algún regalo especial, entrar en calor con una buena jarra de vino caliente, o alguna más, o deleitarnos con una buena pieza musical que nos encontramos en nuestro recorrido.

 

Los bonitos Mercados de Navidad forman parte de nuestra tradición, algo de lo que debemos sentirnos orgullosos y que debemos seguir manteniendo.

 

 

Susana del Pino

Malagueña y amante del arte, una de las pasiones de mi vida. Me gusta la belleza, la armonía y quiero siempre la verdad. Me siento afortunada y agradecida por muchas cosas, entre ellas haber viajado y conocido otras culturas que me han aportado tanto. Italia me fascina, nunca me cansaré de visitarla, siempre que regreso siento que una parte de mí se queda allí.

La vida es una oportunidad maravillosa para aprender, conocer, soñar, compartir, sentir... y siempre amar.

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