
«Dedicarse a la holganza, cuando no a la más pura vagancia, son, ambas, las que ensanchan su tierno y ecoverde corazón»
La Niña Greta fue a armarla a Alemania,
a cuenta de no sé qué mina de carbón:
A saber cuántos días estudiará a la semana,
toda vez que la Navidad cercana
dejó ya atrás su vacación.
Es probable que siendo, ella,
persona de tanta importancia,
de asignaturas le convaliden un montón,
conocedores, los profesores y las más altas instancias,
que hará, del activismo ecológico, devota profesión.
Y, con todo, le quedará aún la enseñanza a distancia,
por la que sintió siempre, la niñita, suma afección:
le concedía perfecta ocasión
para dedicarse a la holganza,
cuando no a la más pura vagancia,
que son, ambas, las que ensanchan
su tierno y ecoverde corazón.
Feliz de aquel o aquella que se enamore de ella
y con una buena colleja rechazado sea:
no ganaría tanto si le tocase un millón.