
«Lo que en altura le dio Natura, lo reconvierte, él, en altanería; lo cual acaba por reducir su ‘estatura’ a la ‘hondura’ de la peor de las letrinas»
Zelenski no se para en barras ni medias tintas
a la hora de expulsar a los corruptos de sus filas;
a diferencia del gran hijoputa monclovita,
quien considera que la corrupción separatista
no merece sino una repulsa leve y hasta meliflua.
En España, lo peor de cada casa recibe, del gran felón,
plácemes, elogios, cucamonas y aun la más alta consideración.
¿Guarda, pues, algo, el gran Narciso, para la oposición?
¡Por supuesto: para todos los días, el mayor de los desprecios!
Y la mayor de las indiferencias para los días
en que se siente generoso y pelín guasón.
Lo que en altura, pues, le dio Natura,
lo reconvierte, él, en altanería;
lo cual acaba por reducir su ‘estatura’
a la ‘hondura’ de la peor de las letrinas.
¡Ojalá en ella acabe, y con premura,
en cuanto nos lo saquemos de encima