
En el preludio del pádel de los sábados, dos que hacen siempre pareja – de esas de amigos para siempre–, entran en bucle sin darse cuenta y sin ni tan siquiera haber terminado el café mañanero de antes de la pachanga.
– Lo que es una vergüenza es lo de la ley de los animales…
– No fastidies; ¿y la del aborto?
– También, pero yo estoy hablando de la de los animales…
– Ya, y yo de la del aborto.
– ¿Qué pasa, que la de los animales no te parece un truño?
– Igual que la del aborto.
– ¡Venga coño! Lo mismo tiene triturar a un ser humano o arrancárselo a la madre que matar a escobazos una rata chepuda.
– No sé. Tampoco es lo mismo sacar a pasear al perrijo con el abriguito azul y su juguetito mientras vas hablando con el bicho como un subnormal, que llevar a los niños al fútbol y a la natación a gritos en el coche…
– ¡Pues claro que no!
– ¡Venga pareja! –dice mi compi–,dejar de discutir que los dos lleváis razón. Ambas leyes son una mierda pinchá en un palo, y los que las han hecho no tienen ni puta idea ni de hijos ni de animales, ahora bien: de tocarnos los cojones son unos maestros…
Feliz día de Santa Eulalia.
Españistan 12|02|23
Aquí lo absurdo es el aborto. ¿Por qué?. Porque se protege al animal antes que al hombre. Si tomas un huevo de águila de su nido, por ejemplo, te arriesgas a una sanción con multa administrativa, pero si abortas a un niño engendrado y por nacer no te pasa nada y el Estado lo protege…Alucinante.