Conversaciones en el andamio: Perretes, perrijos y demás fauna. Por Francisco Gómez Valencia

Conversaciones en el andamio. Perretes, perrijos y demás fauna.

En el preludio del pádel de los sábados, dos que hacen siempre pareja – de esas de amigos para siempre–, entran en bucle sin darse cuenta y sin ni tan siquiera haber terminado el café mañanero de antes de la pachanga.

– Lo que es una vergüenza es lo de la ley de los animales…

– No fastidies; ¿y la del aborto?

– También, pero yo estoy hablando de la de los animales…

– Ya, y yo de la del aborto.

– ¿Qué pasa, que la de los animales no te parece un truño?

– Igual que la del aborto.

– ¡Venga coño! Lo mismo tiene triturar a un ser humano o arrancárselo a la madre que matar a escobazos una rata chepuda.

– No sé. Tampoco es lo mismo sacar a pasear al perrijo con el abriguito azul y su juguetito mientras vas hablando con el bicho como un subnormal, que llevar a los niños al fútbol y a la natación a gritos en el coche…

– ¡Pues claro que no!

– ¡Venga pareja! –dice mi compi–,dejar de discutir que los dos lleváis razón. Ambas leyes son una mierda pinchá en un palo, y los que las han hecho no tienen ni puta idea ni de hijos ni de animales, ahora bien: de tocarnos los cojones son unos maestros…

Feliz día de Santa Eulalia.

Españistan 12|02|23

Francisco G. Valencia

Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid en 1994 por lo tanto, Politólogo de profesión. Colaboro como Analista Político en medios radiofónicos y como Articulista de Opinión Política en diversos medios de prensa digital. De ideología caótica aunque siempre inclinado a la diestra con tintes de católico cultural poco comprometido, siento especialmente como España se descompone ante mis ojos sin poder hacer nada y me rebelo ante mí mismo y me arranco a escribir y a hablar donde puedo y me dejan tratando de explicar de una forma fácil y pragmática porque suceden las cosas y como deberíamos cambiar, para frenar el desastre según lo aprendido históricamente gracias a la Ciencia Política... Aspirante a disidente profesional, incluso displicente y apático a veces ante la perfección demostrada por los demás. Ausente de empatía con la mala educación y la incultura mediática premeditada como forma de ejercer el poder, ante la cual práctico la pedagogía inductiva, en vez de el convencimiento deductivo para llegar al meollo del asunto, que es simple y llanamente hacer que no nos demos cuenta de nuestra absoluta idiotez, mientras que la aceptamos con resignación.

Artículos recomendados

1 comentario

  1. Jose Damián Téllez de Peralta

    Aquí lo absurdo es el aborto. ¿Por qué?. Porque se protege al animal antes que al hombre. Si tomas un huevo de águila de su nido, por ejemplo, te arriesgas a una sanción con multa administrativa, pero si abortas a un niño engendrado y por nacer no te pasa nada y el Estado lo protege…Alucinante.

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: