
¡MUY BUENOS DÍAS!
¡Feliz domingo! Hoy os traigo esta obra a petición de un amigo y lector, F.J.A. Es un privilegio para mí que me lo haya pedido, teniendo en cuenta toda la información que entraña la pintura y pensándolo ahora, que me dijo; “tómate tu tiempo, un mes o lo que necesites”, solo me he tomado un día y no voy a necesitar más debido a que este apartado es para mí una obra, una pequeña poesía.
No obstante, si os diré que he leído mucho sobre el pintor, la obra en sí, los detalles y las diferentes versiones que se exponen, pero claro, no os voy a dar tanta información que podéis perfectamente buscarla vosotros.
Aquí nada más os contaré mi impresión una vez que conozco la historia, con un entramado flipante ya que está cargada de miles de detalles e incluso hasta es confusa debido a las interpretaciones y opiniones de los que saben de arte y de historia.
“El matrimonio Arnolfini”. 1434. Óleo sobre tabla. 82 cm x 60 cm.
Jan Van Eyck. c. Maaseik 1390 – Brujas 1441. Pintor flamenco
Matrimonio convenido, familias adineradas
Si se os junta, más dinero caerá en las moradas.
La religión como parte de esta obra, de una forma exagerada
Alegoría a un casamiento firmado por el pintor
En el que en la propia obra, muestra su rúbrica en latín
diciendo: “Jan van Eyck estuvo aquí. 1434”
Lámpara de araña, colgada de bronce,
Silla, donde se encuentra una pequeña talla,
Es una santa y un dragón, un cepillo de ropa
Y si observas el brazo de esta silla
Contiene la fuerza de un león.
Ropa de cama de color rojo, que va infundiendo pasión
Una ventana abierta por donde entra la cálida luz
Naranjas sobre madera, dan la nostalgia de la ocasión.
Los zuecos se han quitado, para la gran ocasión
El perro levanta el rabo, contento de tal celebración
No es seguro que celebren, aunque viendo irrealidades
Todas son tal vez o no.
El, vestido elegante, ¡Vaya sombrero!, lucirlo, es todo un arte
Túnica, con mangas de terciopelo, vestido completo a juego,
Descalzos están su pies, tierra santa es su lecho
Ella, vestido azul, ropón verde, armiño en mangas
Pulsera en cada mano, no hay anillo, suena raro.
Espejo convexo en el frente se ve
Escenas de la pasión de Cristo son diez,
Rosario de cuentas colgadas al lado de el,
Doblada realidad me muestra, se observan más personas puestas
dicen que son testigos de esta celebración confundida más creo
que veo lo que otros no quieren ver…
Una luz que alumbra a su ser, se perdió en torno a él,
Entre amores y caricias, existía una mujer.
Consagrado a la buena vida, tunante hombre, mirada lasciva
Al llegar a casa, buscaba el refugio de su otra parte,
La cándida, dulce, amable y cautiva mujer.
Ella que parece una santa también
No es lo que dice, se esconde en su tez
Y vive una vida que, a su manera, deja que la quieran
Cuando el viaja a otros lugares como mercader.
No es embarazo, porque los hijos no pudieron tener,
es una muestra de lo que quisieron y todo se centra en un ver y no ser.
Digan lo que digan, aunque repliquen campanas,
Ensueño de un pintor, entre penumbras es lo que es.
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Desde La Paseata os deseamos un feliz domingo
MMB