
«El talento del fallecido Andy Rourke quedaría plasmado para siempre en temas como There is a light that never goes out»
Hoy nos hemos levantado con la noticia del fallecimiento del bajista de The Smiths, una banda que fue el estandarte de una generación de marginados que crearían música bajo la etiqueta “indie”. Melodías oscuras, acompañados de la expresiva y melancólica voz de Morrissey, un gran apasionado de la literatura, los poemas, Oscar Wilde y el rock and roll.
En apenas cinco años la banda logra editar 4 discos antes de separarse en 1987; The Queen Is Dead publicado en 1986 fue su tercer disco y creo que el mejor, considerado también como uno de los mejores de la década. Si hay una canción que celebre con gran entusiasmo el estar enamorado sin remedio y sin esperanza, ésa es “There is a light that never” Belleza pura y dura, un canto al hedonismo.
El talento de Rourke quedaría plasmado para siempre en temas como ”There is a light that never goes out«. Tras la disolución del grupo, Andy Rourke acompañó a Morrissey en algunos de sus trabajos en solitario. Descanse en paz.