Democracia VS Nazionalismo. Por Antonio E.

Democracia VS Nazionalismo.

«El nazionalismo excluyente, tanto el vasco como el catalán, son la perfecta simbiosis entre el desprecio al ser humano, el racismo, el sectarismo y el totalitarismo»

Que Sánchez nunca hace lo que un presidente digno debería hacer, resulta tan obvio como decir que, siempre hace lo que nunca debería hacer un presidente formal. Parece de Perogrullo, pero es la única forma de definir la impronta de este sujeto.

La Constitución dice que el presidente del gobierno, previa deliberación con el consejo de ministros y su posterior comunicación al Rey, podrá disolver la legislatura y convocar elecciones generales, no antes. Así debería ser, pero para este individuo la única ley que rige es la que le sale de la entrepierna. Patán déspota y marrullero hasta sus últimas consecuencias, desconsiderado y maleducado hasta la náusea, sectario y chulesco hasta el esperpento, embustero y marrullero hasta el final. Definir no es insultar, insultar es decir lo contrario a lo que ha acontecido, utilizando para ello palabras inciertas.

¿Qué se esconde detrás de esta maniobra? Tratándose de este trilero, cualquiera sabe, pero que no es nada bueno, denlo por seguro. Lo único que quedará de él para los anales de la historia es hasta qué punto de indignidad ha llevado su presidencia, servil con la delincuencia “política”, repulsiva soez y déspota con el adversario político. Volver a redundar en lo ya escrito nos movería a la melancolía más absoluta, paso previo al hartazgo estomacal, razón por la cual lo inmediato es lo importante, y lo importante es hablar de lo que van a hacer tanto el PP como VOX.

Los resultados ya son inamovibles, incuestionables, la victoria de la derecha es un hecho, entendiendo como derecha a VOX y PP. Tan solo falta que ambos sean consecuentes con aquellos que les han votado, y sigan a pies juntillas el deseo del voto. Después que pacten y piensen en el bien de España y de los españoles, de todos ellos. O sea, todo lo contrario que hizo Pedro Sánchez.

Esta frase debería zanjar el tema, pero mucho me temo que la ruindad y el cortoplacismo de este déspota se impongan a la ética y a la dignidad que sin duda alguna deberían adornar la personalidad de un buen gobernante, justo lo que Sánchez no será jamás.

Los votos de VOX, en la mayoría de las circunscripciones, son esenciales para que el PP pueda gobernar, y si VOX exige que, a cambio de su apoyo, quiere entrar a formar parte de gobiernos en ayuntamientos y autonomías, el PP debería aceptarlo sin más. Los votos de VOX son tan válidos y valiosos como los del PP, no aceptarlo significa dejar de lado y ningunear a los ciudadanos que han votado a VOX, y lo que es peor, hacer como Sánchez, despreciar a los que no le votaron. No hay más, la gestión de los votos corresponde a su depositario, pretender usarlos sin ser su dueño es usurpar lo que por ley no le pertenece. Punto.

Por tanto, los comentarios de algunos líderes del PP sobran, hartan, y ensombrecen lo que debería ser luz y resplandor en aquellos lugares donde la derecha en su conjunto ha ganado. Para nuestra desgracia no han pasado ni veinticuatro horas y la recua pepera vuelve a las andadas, creyendo que todos los gobiernos le pertenecen, aunque no tenga la mayoría necesaria para gobernarlos solo. Si Feijóo piensa que los votantes de VOX le van a dar gratis sus votos, estará cometiendo el error más grande de su vida. Que el PP vuelva a su demacrado complejo de no pactar con el partido que tiene a su derecha, nos revela el verdadero jaez del político que lo preside. Feijóo tiene el deber de contar con VOX, no hacerlo sería resucitar a Sánchez, y de paso a la basura en que asienta su poder. Dejémoslo ahí.

No en todas partes ha habido elecciones libres, ni en las Provincias Vascongadas, ni en Cataluña ni en gran parte de Navarra. En la Cataluña “profunda”, donde todo el mundo se conoce, o se vota a la vista de todos, o pasas a ser sospechoso del horroroso delito de ser distinto. El que suscribe tiene amistades en esos lares, lo único que hago es describir lo que me cuentan.

En infinidad de lugares las candidaturas de los constitucionalistas quedan desiertas, nadie se atreve a llenarlas, por miedo. Cuando algún valiente se atreve a alzar la voz, se le hace el vacío, o se le agrede, o se le hace la vida imposible, hasta que el asesinato civil acontece, teniendo que abandonar todo, casa, trabajo y futuro.

Si en Barcelona te señalan por querer estudiar en español, calculen a qué tipo de infierno tienen que enfrentarse en poblaciones donde la mayoría converge en los mismos lugares. Por tanto, en Cataluña desde hace mucho tiempo, la libertad de voto no existe, y por tanto las elecciones sólo son libres para el independentismo golpista catalán, y aledaños. Eso lleva siendo así desde hace muchos años, el problema es que nadie lo ha querido señalar.

En las Provincias Vascongadas es aún peor. Cerca de doscientos mil, o más, ciudadanos vascos tuvieron que marcharse de su tierra por temor a perder sus vidas y haciendas, perdiendo su derecho al sufragio universal en el lugar donde nacieron. Ese fue el primer paso para quedar el camino expedito a la chusma etarra, y que el nazionalismo oficial, el PNV, lo ocupara. Antes a esta diáspora se le llamaba limpieza étnica o política, ahora que se conoce el significado de tales palabras, el resultado es el mismo, cuando se trata de votar solo pueden votan libremente los vascos “buenos”.

Al ciudadano vasco, o de cualquier otro lugar se le puede pedir que sea valiente, pero nunca que entregue su vida sin poder ver cara a cara al que se la va a segar.

En las Provincias Vascongadas la democracia, su “democracia”, consiste en impedir que los no nazionalistas puedan expresarse. Agreden e insultan al adversario político, e impiden su expresión, en todas y cada una de las campañas electorales, todo ello bajo la indiferencia e impavidez de los que siguen cosechando las nueces.

Y otra vez vuelvo a decir, calculen cómo debe ser para el distinto vivir en poblaciones donde todos se conocen, donde sentirse o decirse español es ponerse una diana en su existencia, donde hablar libremente es arriesgarse a ser señalados por los muchos chivatos que vivaquean dedicados a tan repugnante labor, los valientes y arrojados aberchales. En estos lugares se podrían ahorrar el esfuerzo de convocarlas, ya saben que camada va a ganar y con cuántos votos van a hacerlo. En este como en otros muchos casos la textualidad es completa.

Mal que les pese a los jerarcas vascos y catalanes, en esos lugares no existen elecciones limpias y democráticas, no saben lo que son ni lo que significan, o, mejor dicho, no las quieren. Antonio Ortuzar acaba de decir que con Sánchez se sentían como un kleenex, nunca una autodefinición fue tan exacta.

Nadie como un amigo mío, tristemente desaparecido, definió las dos lacras que asolan España, bajo la triste distancia que marca el pasado, las vuelvo a rescatar y las hago rabioso presente: “El progresismo es embustero por definición, sectario y posibilista sin fundamento, nunca quiso tener principios, si les hubiera tenido desde su origen, se habría auto destruido al nacer.

El nazionalismo excluyente, tanto el vasco como el catalán, son la perfecta simbiosis entre el desprecio al ser humano, el racismo, el sectarismo y el totalitarismo. Esta lacra solo puede sobrevivir en sociedades muertas anestesiadas y sometidas.

 

 

Antonio E.

“Lo valioso no es lo conseguido, lo verdaderamente importante es mantenerlo”. Nacido en Valladolid, diplomado en el noble arte de trabajar y doctorando en la disciplina más importante que existe: conseguir ser un buen español. Autor de varios libros, desde siempre me gustó leer la historia de mi país, aprenderla, estudiarla y compartirla. Su desconocimiento nos aboca, irremediablemente, a tropezar en las mismas piedras de siempre. Odio la doblez, la traición, el engaño y la cobardía, rasgos que abundan cada vez más en nuestra sociedad.

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