El Paciente Inglés. Por Rafael Gómez de Marcos

El Paciente Inglés

«El Paciente Inglés es una bella historia de amor de dos seres egoístas e infelices, que sólo pueden estar juntos estando separados»

Hoy quiero hablarles de una maravillosa película que algún día será un gran clásico, una parábola sobre el paso del tiempo y lo cruel del destino a medio camino entre la superproducción y el cine independiente, una obra cinematográfica del desaparecido Anthony Mingella. “El Paciente Inglés”.

 

Una dura historia contada de una manera dura, con numerosos flashbacks y saltos en el tiempo, personajes que van apareciendo a lo largo de toda la película. Imágenes sobrecogedoras. Diálogos precisos. Escenas dolorosas. Emotiva, conmovedora, hermosa, romántica, sensible y cruel.

 

Anthony Minghella, con una formación en el teatro y en la televisión británicos, y con tan sólo dos películas en su haber, dirigió una obra maestra indiscutible. ¿Lenta? es posible, pero no tiene nada de malo si la historia lo requiere. Anthony Minghella eligió el argumento de una novela de aventuras, guerra, amor y dolor escrita por Michael Ondaatje. También eligió la música de Gabriel Yared, la excelente fotografía de John Seale, las interpretaciones de Kristin Scott Thomas, de Ralph Fiennes, de Juliette Binoche, ganadora del Oscar a la mejor actriz de reparto, de Willem Dafoe (para mi entender, no tan brillante a como nos tiene acostumbrados), Naveen Andrews, la magistral dirección artística de Stuart Craig y la imprescindible producción de Saul Zaentz.

 

El guion fue autoría del propio Minghella, con el que nos invita a reflexionar sobre nuestra propia capacidad de amar, sobre los límites y las metas que estamos dispuestos a alcanzar por otra persona. Su salvaje final nos hiere hasta lo más profundo, pero su energía, su misterioso ritmo, su lírica musicalidad interior, nos hace un poco más libres y un poco más lúcidos. Su historia de amor es la de dos seres egoístas e infelices, que sólo pueden estar juntos estando separados, que se desprecian y que se admiran al mismo tiempo.

 

Minghella, que nunca más haría algo tan hermoso y trágico, ni los juzga ni los ensalza. Simplemente nos hace testigos de la eterna dificultad y tensión de una pasión devoradora. “El Paciente Inglés” ganó nueve Premios Oscar y estuvo nominada en los premios Goya de 1998 a la mejor película europea, junto a “Tocando el viento” de Mark Herman y “Full Monty” de Peter Cataneo, que fue la ganadora. En fin, cosas de nuestro cine.

Rafael Gómez de Marcos

Enamorado de la vida, reivindico mi infancia, mi verdadera patria, tres pilares, El Capitán Trueno, The Beatles y Joan Manuel Serrat, me fascina la ópera, me encanta bailar bachata y considero que decir cine americano es una redundancia. TVE no vio en mí ningún talento tras más de treinta años de servicios, Talento que me concedió la Academia de las Artes y las Ciencias de la Televisión en reconocimiento a mi trayectoria profesional. Nunca he estado afiliado a ningún sindicato y jamás he militado en ningún partido. Mi cita de bandera es una frase de José Ortega y Gasset: "Ser de la izquierda es, como ser la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral".

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