
«Está claro que la imagen pública de Sánchez esta devaluada y la población civil le ha reclamado día tras día que no venda a España»
La supuesta meta del socialismo era construir una sociedad basada en la equidad, igualdad y organización social y económica.
Nada que se corresponda con la realidad, un partido político creado el 2 de mayo de 1879, que, desde sus inicios, sus políticas económicas siempre han sido poco eficaces con altas tasas elevadas de desempleo, casos de corrupción y a sus espaldas grandes escándalos.
Reformas en el Estatuto de Cataluña que crearon en España una gran crisis institucional, planes educativos donde lo más perjudicadas son las clases más desfavorecidas, intentando cambiar parte de la historia para ajustarla a su media y un largo sin fin de desastrosos cambios que no benefician a la ciudadanía, propiciando que la población dependa estructuralmente del Estado.
Así continúa el Partido Socialista Obrero Español, y a la cabeza su líder Pedro Sánchez. El brazo ejecutor de este desatino de Gobierno. Sánchez ha conseguido levantarnos a todos por sus pactos con los independentistas, confabulando como un prófugo de la justicia como es Carles Puigdemont, que salió de España en un maletero, y volverá entre vítores y una gran alfombra roja por aquellos que no aman esta nación.
Algunos medios como The american Spectactor le señalan como “el dictador de la extrema izquierda”. The Times le dedica unas palabras como “Ha elegido el poder a cualquier precio”.
Está claro que la imagen pública de Sánchez esta devaluada y la población civil le ha reclamado día tras día que no venda a España. Pero no lo ha dudado, ha ejecutado el golpe.
Pedro Sánchez se ha convertido nuevamente en presidente del Gobierno, algo que entristece a muchos patriotas que amamos este maravilloso país. No podemos desfallecer ahora, debemos continuar con nuestras protestas en las calles, demostrándole a este traidor que España está unida y lucharemos frente a la amnistía y a la traición.